A Estrada acogió ayer la presentación en sociedad de la Asociación de Fomento de Ordenación Agro-Forestal (Afoaf), una iniciativa en la que participan empresarios de Bueu. Su constitución es el fruto del intenso trabajo que desde 2011 vienen realizando empresas especializadas en la gestión forestal, que veían en la figura asociativa de tierras y puesta en valor de los terrenos forestales promovida por la Xunta en 2011 una oportunidad para romper con los múltiples problemas derivados del minifundismo improductivo predominante en Galicia.

En este contexto, varias de las empresas especializadas en información, formación y gestión forestal que han venido capitaneando la labor de creación de las sofores han decidido constituir Afoaf, que ayer se presentó en A Estrada en la sede de Stragal. La responsable y presidenta de Afoaf, la estradense Marisé García, realizó la presentación inicial de la asociación y de sus compañeros de mesa y proyecto: el ingeniero de Montes Marcos López de Trabe Ingeniería en Meira (Lugo); Fernando Enjamio, secretario de la Afoaf y socio fundador de Servizos de Ordenación do Territorio de Galicia (Sortegal) de Lugo, Santa Juliana de A Fonsagrada; José Antonio García de Ourense, propietario del primer vivero de olivos autóctonos de Galicia; y el ingeniero forestal Manuel Peixoto de Bueu, que también está impulsando la constitución de una sofor en el municipio de O Morrazo. Como ellos, aunque ayer no pudieron asistir a la presentación de la Afoaf, también son socios fundadores de la entidad Manuel Freire Pastoriza de Maderas Freire de Bueu, también promotor de una sofor en Bueu; y Jesús Manuel Barrientos Romero de Vimianzo (A Coruña), de la firma Movimiento Santa Cristina, especializada en trabajos agrícolas o forestales.

El 97,3% de la superficie forestal de Galicia son montes de titularidad privada de los cuales el 64% se corresponde con propietarios particulares, que cada vez más se desentienden de sus tierras y, dado el abandono del rural y el desprestigio de las profesiones vinculadas al sector agrario y forestal, a menudo no saben ni dónde se encuentan sus propiedades, rompiendo con el tradicional apego de los gallegos a la tierra. Si en 2007 había un millón de predios de propietario desconocido en Galicia, ese número va en aumento.

El trabajo de divulgación e información de la sofor -como la figura que permite superar ese minifundismo improductivo y caminar hacia una gestión conjunta rentable- que realizaron durante años empresas gallegas especializadas en gestión forestal así como la convocatoria de ayudas a la constitución de sofores por parte de la Xunta motivó que en los últimos meses se haya incrementado exponencialmente el número de propietarios dispuestos a agruparse en sofores. Así, si entre 2011 y 2018 y marzo de 2018 se constiuyeron únicamente once sofores (ninguna en O Morrazo), en estos últimos meses han iniciado su proceso de constitución un total de doce nuevas entidades. A Estrada copa la mitad:Monte de Arriba (178 ha, 2.105 parcelas y 178 propietarios), Monte Pías (135 ha, 440 predios y 260 titulares), Carballeira de Parga (313 ha, 1.415 fincas y 140 dueños), Chorima (155 ha, 829 parcelas y 110 propietarios), Saleta (163 ha, 760 predios y 141 titulares) así como Toxeira (108 ha, 1.002 fincas y 127 dueños). En Silleda, la sofor O Cruceiro aglutina 276 ha, 2.136 parcelas y 207 propietarios). Asimismo, también se impulsó la constitución de las sofores Monte de Logoso, O Vilar y Olveiroa (las tres en Dumbría); y Seoane y Candeda (ambas en A Veiga).

Su intención es ejercer de nexo entre los propietarios y las administraciones, buscando un espacio común en el que se detecten los problemas y se puedan buscar las soluciones. Abogan por acabar con el desprestigio de las profesiones forestales y agrarias, promover la puesta a disposición de los productores de una base territorial suficiente para que las explotaciones sean rentables y así crear riqueza, evitar tierras improductivas y, paralelamente, cuidar el medio, contribuyendo así a evitar incendios.