"El teatro me ayuda en mi vida diaria". Minutos después de acabar su actuación y pegado al escenario Juan José Pallás cuenta qué supone para él poder participar en la obra que acaba de representar de manera sensacional con sus compañeros de Apem Carballo. Pallás, uno más entre los casi dos centenares de actores ocasionales que ayer formaron parte Teatro é Saúde Mental, reconoce que el teatro le ha valido para entender que "la gente se comunica de manera distinta". Y este es solo uno de los muchos aprendizajes que inculcan las asociaciones Andaina (Dodro e Ordes), Avelaíña (A Guarda), A Mariña (Burela), Apem (Coruña e Carballo), Morea (O Barco) y Doa (Cangas), reunidas ayer en el Auditorio de Cangas.

Marcelino Esmorís y Mónica Ennes, ambos de la asociación Apem Carballo, explican en detalle cómo es el proceso de preparación de las actuaciones, como por ejemplo la de la obra Cambiouche ben o conto que ayer representaron 16 de sus usuarios en el Auditorio de Cangas. "En mayo ya empezaron a preparar esta obra que ya se estrenó en Laxe", explican. Ennes es monitora teatral, mientras que Esmorís ha tenido la responsabilidad de dirigir y guionizar la pieza teatral. Coinciden al señalar que lo importante es seguir persiguiendo "a normalización". Desde Apem Carballo, y de igual modo que el resto de asociaciones, se vuelcan en realizar su "traballo de inclusión". La mejor muestra de ello es que sus "actores" asisten a mostras o certamenes de teatro aficionado, aunque la jornada de ayer también es un buen escaparate de su trabajo. "A satisfacción de tirar abaixo os prexuízos está sempre aí", celebra Esmorís.

El teatro sirve a las personas como terapia. Cada uno absorbe e interioriza lo que le aporta la actuación de manera diferente. Y, como apuntan desde las asociaciones "esta actividade permite, entre outras cousas, afondar e incentivar o emprego do teatro como ferramenta terapéutica, a través da cal as persoas con saúde mental poden expresar sentimentos, situacións e sensacións". A Juan José Pallas el teatro le ha servido sobre todo para "controlar los nervios. Hay que tener paciencia con los compañeros, entiendes que hay distintos ritmos de aprendizaje", comparte este "actor" que se volcó con el teatro desde que llegó a Apem Carballo. En función de sus destrezas y capacidades cada uno tiene mayor o menor protagonisto, la memoria y la capacidad de concentración se van ejercitando sobre el escenario "y con las horas de ensayo, que se van intensificando según se van acercando las funciones", explica.

Las obras se adaptan a sus protagonistas y, a pesar de que todo está guionizado, "hai partes que son improvisadas e deixamos que cada un deles vaia evolucionando", explican desde Apem.

Vidas ligadas al teatro

La presentación de las IV Xornadas de Teatro é Saúde Mental dio paso a DOA Cangas -anfitriona- y su representación de Taxi Driver. Los guardeses de Avelaíña presentaron Las Cinco Estaciones y No te rindas. El momento más musical de la mañana llegó con Grease (Apem Coruña) y Cambiouche ben o conto (Apem Carballo) arrancó las carcajadas con sus disputas familiares. Ya por la tarde la jornada continuó con Alicia no país de Morea O Barco y O gardián da árbore dos desexos. Full Monty de Andaina Dodro y O Galo cerraron un día cuyo peso organizativo recayó sobre DOA Cangas.

Precisamente, el responsable teatral de DOA Cangas, Sócrates Pérez, realizó el balance de una actividad que cumplió su cuarta entrega "sobre ruedas". "La afluencia, estupenda, con más o menos 300 personas y cumpliendo nuestras expectativas", celebra.

Además, en las butacas se dejaron ver a lo largo del día los actores que protagonizaron los soliloquios entre cada una de las actuaciones. Nelson Quinteiro, María Salgueiro, Santiago Cortegoso o Fran Peredes se subieron al estrado para compartir sus experiencias, siempre ligadas al teatro.

Paredes protagonizó uno de los momentos más emotivos al relatar cómo el teatro estuvo presente en varios de los días más señalados de su vida: los del nacimiento de cada uno de sus dos hijos y el del fallecimiento de su madre.