Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vuelven a pegar carteles en Abelendo contra los que no ceden para el arreglo de la carretera

El Concello podría perder la inversión de 1,1 millones de euros para mejorar la seguridad de este vial provincial si no logra los terrenos este año -Faltan alrededor de 10 cesiones

Varios de los carteles anónimos que se colgaron en distintos puntos del barrio. // Gonzalo Núñez

El ambicioso proyecto de recuperación del espacio publico y la mejora de la seguridad peatonal en la carretera provincial (EP-1104) que atraviesa el barrio moañés de Abelendo entró en una fase decisiva. Y es que el Concello sigue pendiente de la cesión de una decena de propietarios, tras lograr el permiso de alrededor de un centenar. Si a final de año no se producen avances para lograr todas las cesiones, todo apunta a que Moaña tendrá que renunciar al proyecto de la Diputación que implica una inversión de 1,1 millones de euros. Con este horizonte, y por segunda vez en escasos meses, aparecieron colgados carteles anónimos en distintos puntos de Abelendo cargando contra los que se niegan a ceder.

Algunas de las consignas que se pueden leer son: "Os de Abelendo non queremos ter que andar pola noite con chaleco na nosa rúa a causa de catro"; "Quen non cede non lle quere a Abelendo. Si á inversión, revalorización e mellora da nosa rúa"; o "Os que xa cedemos e estamos dacordo coa mellora da seguridade en Abelendo somos maioría". Algunos carteles piden al partido mayoritario de la oposición en el Concello, el PP, que se pronuncie también a favor de esta inversión y mejora de la seguridad.

El proyecto que Moaña puede perder está redactado y sería financiado por la Diputación en su mayor parte. Contempla una mejora de la seguridad vial en el tramo urbano entre el lavadero del río Figueirido (en la curva de Paxarín) y la subida al colegio público de Abelendo.

Se acometerían los trabajos sobre el terreno en cuatro tramos. Desde la curva de Paxarín saldría una senda peatonal por la margen izquierda hasta el comienzo de las viviendas del núcleo de O Casal. En ese punto la senda peatonal comenzaría a ser por ambas márgenes, nunca inferiores a los 2,5 metros de ancho. El mismo modelo con sendas por las dos márgenes se ejecutaría en el tramo de la recta de O Casal.

Por otro lado, entre el parque de O Casal y la antigua librería de San Martiño, y entre la recta y la subida al colegio, se construirían las llamadas "zonas de convivencia". Consisten en ascender el firme a una plataforma con un nivel más alto y sin asfalto, sino con hormigón. La velocidad estaría limitada a como mucho 30 kilómetros por hora. Son las zonas más urbanas y la intención es que los conductores perciban que el uso prioritario será peatonal, con prioridad sobre los coches.

La mejora de la seguridad de este vial es una demanda histórica de los vecinos de la zona. En el anterior mandato se extendieron tramos grandes de acera en los tramos menos poblados.

Compartir el artículo

stats