Los alfombristas de Bueu se enfrentan este año a uno de sus mayores retos: trasladar la obra pictórica de José Otero Baena de los lienzos a las alfombras del Corpus. Dicho de otro modo, reinterpretar unos cuadros con vocación de perdurabilidad para llevarlos a la máxima expresión del arte efímero. La calle Eduardo Vincenti, donde residió el exalcalde y pintor, estará dedicada íntegramente a su obra artística. Estarán sus dornas, paisajes marineros en los que se funden mar y cielo, espacios urbanos con cruceiro, el carrusel de feria o sus retratos. Todo ello complementado con una serie de elementos de transición para unir las diferentes escenas. "Dada la complejidad de sus cuadros no va a ser una representación fidedigna, pero nos aproximaremos lo máximo posible", explica Rafa Oliveira, directivo de la asociación de alfombristas y coordinador de esta alfombra.

Otero Baena está considerado en círculos artísticos como posiblemente el mejor espatulista gallego. La técnica de la espátula permite un trabajo diferente con las manchas de color, que muchas veces se funden a través de matices para unir espacios como el cielo y el mar. Llevar esos matices, casi puntillistas, a una alfombra floral es una misión casi imposible. Sobre todo si se tienen en cuenta las dimensiones del trabajo y escaso margen de tiempo. "Lograr su grado de maestría va a ser muy difícil, pero se trata de hacerle un homenaje a través de las alfombras y recordar su figura artística", explica Oliveira.

El conjunto de las alfombras de la calle Eduardo Vincenti llegarán casi a los 100 metros de longitud y serán cerca de un centenar de personas las que trabajen en estos diseños, entre vecinos, colectivos, grupos de jóvenes y la propia familia de Otero Baena. "Su tratamiento del color nos va a dar pie a usar materiales diferentes, más allá del teñido. Por ejemplo, vamos a usar naranja triturada porque por un lado tiene color naranja y por el otro blanco. Algo parecido ocurre con el magnolio, que tiene una cara satinada y otra brillante", adelanta Rafa Oliveira. "Va a ser muy complicado llegar a igualar su técnica, pero si vamos a intentar llegar a esos matices", apunta.

La iniciativa de dedicar esta céntrica vía a un artista se puso en marcha el año pasado, aprovechando que el Día das Artes Galegas se dedicaba a Maruja Mallo, que tuvo relación con Bueu. La Asociación Alfombras Corpus Bueu recogió la propuesta de la familia de Otero Baena, fallecido en 2017, para que su pintura fuese la protagonista en este 2018.

Estos días los alfombristas apuran el trabajo con el material para poder empezar a trabajar a partir del sábado por la tarde sobre la propia calle. Algunas de las partes más complejas se realizarán antes, en "prealfombras" que luego se colocarán sobre el pavimento. "No sé si a Otero Baena le habría gustado el resultado final que se verá el domingo, pero sí que estaría contento por el reconocimiento que supone a su obra, por la ilusión que le están poniendo los vecinos y que está sirviendo para que muchos conozcan su arte. A él le encantaba pintar, se nota que es muy detallista y que su pintura tiene vocación de perdurar. La nuestra va a ser una reinterpretación llevando su pintura al terreno de algo tan efímero como una alfombra floral", concluyen desde la asociación de alfombristas de Bueu.