El Museo Massó restaura un plano de 1926 del ensanche de Bueu, de Rafael Picó

Todavía queda un segundo documento, que se restaurará en 2018 -Formarán parte de una gran exposición sobre la transformación urbanística provocada por la conserva

Sylvia Fernández, trabajando sobre el plano que entregó ayer. // S.F.

Sylvia Fernández, trabajando sobre el plano que entregó ayer. // S.F.

Disponer de un plano de población y de ensanche del municipio en el año 1926 era algo que solo se planteaban las grandes ciudades o las localidades de cierto tamaño. Precisamente por eso los expertos en urbanismo consideran pionero que un ayuntamiento como Bueu en aquel momento también diese ese paso al encargar un planeamiento al ingeniero Rafael Picó Cañeque. Aquel trabajo puso los cimientos del actual desarrollo del centro urbano de la localidad y las Normas Subsidiarias de 1986 y el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) son herederos de aquellas directrices. En la actualidad se conservan dos planos, que han sido depositados en el Museo Massó y que se van a restaurar para una gran exposición centrada en el urbanismo. El primero de ellos fue entregado ayer después de su proceso de recuperación y el segundo se someterá a esta operación el año que viene.

La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, estuvo en Bueu hace apenas dos semanas para firmar la aprobación definitiva del PXOM y en su discurso hizo mención expresa al trabajo de Rafael Picó y al carácter pionero de Bueu en materia de urbanismo. Los dos planos que aún se conservan se encontraban en el Concello de Bueu, uno de ellos enmarcado en el antiguo despacho de Alcaldía, pero en un estado de conservación que no era el más adecuado. La restauradora de documentos gráficos Sylvia Fernández ha sido la encargada de recuperarlos y ayer depositó en el Museo Massó el primero de ellos tras dos meses y medio de trabajo. Era el que presentaba una situación más delicada puesto que estaba enrollado. "Llevaba mucho tiempo así, por lo que presentaba arrugas y tenía tendencia a volver a enrollarse", explica la técnica.

El Museo Massó restaura un plano de 1926 del ensanche de Bueu, de Rafael Picó

El Museo Massó restaura un plano de 1926 del ensanche de Bueu, de Rafael Picó

Así que hubo que aplicar distintas técnicas como humedad controlada, alisado por tensión y secantes humedecidos para volver a alisarlo. A ello hay que unir el hecho de había desgarros o roturas y lagunas que había que reparar. "Esas pérdidas de material celulósico [papel] se reintegraron con un papel japonés de un gramaje similar al original", añade. Una de las curiosidades es que el plano estaba adherido a un soporte de tela, algo que no se ha cambiado para respetar al máximo el estado original.

Las tareas para restaurar el segundo de los planos se dejan para el ejercicio 2018. A pesar de que el segundo estaba enmarcado también se encuentra "bastante deteriorado", según reconoce Sylvia Fernández. "En este caso el plano se realizó sobre una tela muy fina y lleva una gelatina sobre la que se trabajaba, con lo que se le daba cierta transparencia", ilustra. Al igual que en el primer caso habrá que someterlo a un proceso de limpieza, reparación de desgarros y humedades.

El Museo Massó restaura un plano de 1926 del ensanche de Bueu, de Rafael Picó

El Museo Massó restaura un plano de 1926 del ensanche de Bueu, de Rafael Picó

Estos dos planos formarán parte de la gran exposición sobre el urbanismo que el Museo Massó quiere inaugurar en el año 2018. "El establecimiento de la industria de la conserva y salazón en Bueu supuso una transformación económica y social, pero también a nivel urbanístico. La explotación de los recursos del mar necesitaba de un entorno urbano planificado", explica la directora del Museo Massó, Covadonga López de Prado. Por ello no resulta en absoluto descabellado pensar que detrás de este trabajo estaba la mano de industriales como los Massó, que también encargaron a Rafael Picó otros proyectos, como el muelle de madera en el puerto de Bueu del año 1923.

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