Un ingeniero forestal de Bueu, Manuel Peixoto, y el Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Ponteceso acaban de desarrollar un trabajo que podría suponer una importante herramienta en la lucha contra los incendios forestales. Se trata de una metodología vinculada a un sistema de información geográfica que permite la impresión de planos en serie a nivel de parcela catastral. ¿Qué significa esto? Pues básicamente que hace viables métodos de control de la propiedad que hasta ahora no eran posibles. Hay que tener en cuenta que cada parcela catastral está asociada a una persona y por lo tanto el sistema serviría para delimitar las responsabilidades e cada propietario en caso de incendio forestal. Con este sistema los ayuntamientos podrían remitir una notificación a cada propietario incluyendo un plano de la parcela en el que se especifica el estado de la misma, las superficies que están afectadas por las restricciones de ley contra incendios y así instarle a cumplir con las medidas preventivas.

Manuel Peixoto destaca dos aspectos de esta herramienta. La primera es que junto con esa información gráfica se incluyen datos de superficies. "Esto permite conocer exactamente cuántos recursos monetarios necesitamos para gestionar dichas superficies y obtener mediciones para las distintas unidades de obra que prevengan, entre otras cosas, el intrusismo profesional y bajas temerarias", explica. La segunda es que "como todo, esto todavía tiene margen de mejora". De hecho en estos momentos se trabaja en esa mejora con un ingeniero técnico agrícola, Esteban García Alonso, y un programador de aplicaciones web, Héctor Menduiña Hermelo.

¿Qué es lo que permite exactamente este sistema de información catastral y por qué puede ser una herramienta contra los incendios forestales? Lo explica el propio Manuel Peixoto al recordar las especificaciones de la Lei 3/2007 de Prevención e Defensa contra os Incendios de Galicia. La legislación establece dos restricciones referidas a la presencia de biomasa forestal en las cercanías de viviendas, construcciones y núcleos de población. Así, en una primera franja de 30 metros no puede haber especies como pinos, eucaliptos, acacias y algunas especies de matorral. La segunda restricción afecta a partir de los 50 metros: se autoriza la presencia de este tipo árboles, pero siguiendo un patrón de ordenación forestal y el matorral debe ser eliminado antes del 30 de junio de cada año.

El sistema desarrollado por el ingeniero de Bueu y el GES de Ponteceso permite la gestión de la información catastral rústica de un municipio en dos niveles. El primero es mucho más amplio, en el que mediante planos y archivos tipo shape (que son los propios de los sistemas de información geográfica) se divide la superficie del municipio, la disposición y forma de sus polígonos catastrales. En el caso de Ponteceso, que es el municipio donde se realizó el trabajo, son un total de 15 planos a escala 1:4000. "Para Bueu serían necesarios 9 planos y para Marín 8, a escala 1:3000", explica el propio Manuel Peixoto. Cada uno de estos planos incluye un localizador donde se especifican las parcelas por polígono catastral y otro en el que se representan únicamente los polígonos catastrales, junto con las redes de fajas secundarias [las zonas afectadas por las restricciones de la ley contra incendios], una ventana sobre la que se pueden observar esas fajas de gestión de biomasa sobre el parcelario catastral y lo más importante, según Manuel Peixoto: "Una tabla donde se establecen las superficies afectadas por polígono y tipo de faja".

Un segundo nivel

Toda esta información lleva a un segundo escalón, que es mucho más accesible y comprensible para los propietarios de parcelas. Con la colaboración de la Administración, que es la que tiene el acceso a los datos catastrales, el sistema desarrollado por Manuel Peixoto y el GES de Ponteceso permite remitir a cada uno de esos dueños de fincas un plano en formato A4 junto a una notificación. En ese plano se representa la parcela en cuestión, las redes de gestión biomasa (tanto las de la franja de 30 metros como las de 50 metros) y una ortofoto. "Cada plano incorpora información sobre referencia catastral, municipio, polígono, superficie total de la parcela, superficie afectada por la restricción de los 30 metros y superficie afectada por la restricción de los 50 metros", enumera el ingeniero buenense.

Esta información proporciona otra ventaja muy importante. Esta metodología podría servir para que muchos propietarios catastrales sepan donde tienen realmente su parcela y cómo gestionarla adecuadamente. El asunto no es en absoluto baladí, tal como ilustra Manuel Peixoto. "Si en el día de mañana se origina un incendio en una finca, que no cumple con las restricciones que marca la ley, y ese fuego afecta a una vivienda o provoca daños materiales o personales a su propietario catastral se le puede exigir una indemnización", ejemplifica.