Durante casi un año un equipo dirigido por el arqueólogo Miguel Vidal excavó las dos áreas del castro de Montealegre que iban a verse afectas por la autovía. De hecho, todavía se espera que se acometan más trabajos de campo.

Durante las investigaciones se descubrió un poblado castreño particularmente rico. Se han recuperado para su estudio y catalogación más de 20.000 piezas con valor histórico. Destacan dos esculturas graníticas: Una figura antropomorfa sedente que apareció sin cabeza y con unos 60 centímetros de altura, y una cabeza de caballo de unos 40 centímetros. Ambas piezas están encuadradas en el llamado "Cambio de Era", entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C.

Además, aparecieron miles de restos de herramientas y elementos decorativos confeccionados con metales y piedra, así como restos de cerámica que sacaron a la luz un importante intercambio comercial con habitantes del Mediterráneo.

En la cara este se documentó un importante concheiro que permitió conservar incluso un asta de ciervo de hace 2.000 años.

En la cara oeste, por su parte, se sacaron a la luz cinco grandes estructuras que sirvieron como viviendas, talleres y almacenes. Además, se descubrió un llamativo enlosado que servía de acceso principal al poblado.

Este castro está documentado desde las excavaciones de Losada Diéguez en 1926.