La Asociación de Propietarios de Montes do Morrazo (APMM) se constituyó hace dos años para intentar agrupar a dueños de parcelas y tomadas forestales para promover una ordenación y mejor cuidado del monte. En la actualidad cuenta con 105 socios, repartidos entre Bueu y Marín, que representan una superficie de 70 hectáreas. Hace apenas una semana su directiva, encabezada por Luciano Guimeráns, se reunió con representantes de la Xunta de Galicia para exponer sus proyectos y valorar posibles líneas de ayuda. Entre sus objetivos destaca el de unir a la asociación a propietarios de Cangas, Moaña y Vilaboa para reforzar el ámbito comarcal.
-¿Cuál es la situación actual de la asociación y del monte en la comarca de O Morrazo?
-Llevamos dos años de trabajo y queda por delante un trabajo inmenso. Los concellos de la comarca suman una superficie de 17.200 hectáreas, de las que más de 12.000 son monte, lo que representa el 70% del total. En O Morrazo hay más de 20.000 propietarios y 50.000 parcelas de monte. Eso ofrece una idea de lo dividido que está el monte, con un minifundismo exagerado. Nuestra intención es contribuir a agrupar propiedades para poder ordenar y poner en valor el monte.
-¿Qué implica exactamente "poner en valor" el monte?
-Hablamos de recuperar especies autóctonas que tuvieron una gran importancia en O Morrazo, como el castaño, el nogal... así como otras especies de frondosas. El aprovechamiento forestal del monte no tiene que ser solo la madera, sino también los frutos. Ahora mismo el 80% del monte de O Morrazo es un eucaliptal, salvando zonas concretas como Coiro o Santomé. No estamos en contra del eucalipto, pero existe una masificación y es una especie que arde fácilmente e invasiva.La plantación de frondosas también favorece el crecimiento de otros recursos, como las setas. Donde hay eucaliptos no hay vida.
-En la reunión que mantuvieron la semana pasada con representantes de la Xunta pedían precisamente ayudas para elaborar un estudio sobre las especies más adecuadas para plantar en O Morrazo.
-Nos gustaría que hubiese una comisión de expertos que asesorase a la APMM sobre cuáles son las las especies más recomendables. Insistimos: el valor del monte no es solo el de la madera, sino que tiene un valor social. En los montes hay traídas de aguas, rutas de senderismo... Hay un potencial turístico inmenso y nuestro objetivo es que el monte no se abandone, sino que se disfrute más.
-¿Cuál es el trabajo en el que están ahora más centrados?
-Queremos reunir y agrupar al mayor número posible de propietarios para evitar que el monte siga cayendo en el abandono. Según los datos existentes, en Galicia hay entre un 20% y un 25% de parcelas forestales abandonadas. Eso es muchísimo. Si se desconoce de quién es el monte es muy difícil hacer actuaciones y por eso una de nuestras preocupaciones es reunir a propietarios, actualizar lindantes para conocer las parcelas y evitar que se pierdan. Luego, cuando tengamos esa información, podemos plantear la ordenación del monte. Hay que precisar que nosotros no vamos a imponer nada, serán los dueños los que decidan. Lo que queremos es que haya asesoramiento de expertos para ver cuáles son las especies más idóneas.
-Por ahora la mayoría los socios de la APMM son de Bueu y Marín. Supongo que la asociación también estará interesada en atraer a propietarios de Cangas, Moaña y Vilaboa.
-Sí. Cuando montamos la asociación éramos muy optimistas y pensamos que la gente iba a sumarse rápidamente, pero no fue así. Por eso en un primer momento decidimos concentrarnos en Bueu y Marín para hacer actuaciones que sirviesen de ejemplo para el resto de municipios y atraer a más propietarios. En el futuro seguiremos haciendo reuniones por los lugares y las parroquias para dar a conocer la asociación e invitamos a los interesados a ponerse en contacto con nosotros
-¿Han podido poner en marcha algunas actuaciones?
-Todavía no. Hay un problema importante: para poder optar a ayudas públicas para acciones de ordenación o plantación del monte necesitamos reunir tres hectáreas en cotorredondo, es decir, agrupadas y consecutivas. Ahora mismo aún no cumplimos ese requisito, aunque ya tenemos una concentración significativa en un par de zonas: en los montes de la parte de arriba de la carretera entre Cela-Outeiro, en Bueu, y en A Pastoriza, en Marín. Calculamos que a medio plazo podamos realizar ya trabajos que sirvan como espejo de lo que se puede hacer en el monte.
