El conductor de una ambulancia del 061 resultó herido en una muñeca tras ser agredido, en la medianoche del sábado al domingo, por una mujer que protestaba por la demora en prestar atención médica a su hija en el centro de salud de Cangas. El técnico sanitario, P.H.P, de 45 años, se interpuso entre la señora y la médico de guardia a la que supuestamente intentaba agredir, y en la trifulca recibió un fuerte golpe en una muñeca como consecuencia de un portazo. Testigos de los hechos avisaron a la Guardia Civil, cuyos agentes se trasladaron de inmediato al lugar y poco después identificaron a la agresora y le tomaron declaración.

Según las fuentes consultadas, los hechos ocurrieron poco antes de las 12 de la noche en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Cangas, donde una madre que esperaba a que la médico atendiera a una hija suya en el servicio de urgencias entró airadamente en la sala donde la profesional sanitaria se ocupaba de otro paciente aquejado de una grave reacción alérgica, sin atender a las advertencias. Un técnico sanitario del 061 que se encontraba de servicio intercedió para evitar la agresión y desalojar a la señora, que dio una patada a la puerta del consultorio y le atrapó una muñeca al trabajador. Como consecuencia de las heridas, tuvo que ser sustituido por otro compañero.

A esa hora ya no había ambulancia de refuerzo (ese servicio finaliza a las 23.00 horas), y tuvo que desplazarse otro vehículo del 061 con base en Moaña para realizar el de traslado a Vigo del otro paciente, aquejado de una fuerte reacción alérgica que requería una atención urgente, y que a mitad de camino fue relevada por una ambulancia medicalizada. Varios profesionales sanitarios insisten en que su obligación es atender los casos más urgentes según los criterios de médicos, que fijan un orden del prioridad según la dolencia y el estado de los pacientes. También deben abandonar el consultorio para atender casos de urgencia vital o, de lo contrario, podrían incurrir en denegación de auxilio. Lamentan que estas circunstancias sean "pagadas" por los propios profesionales, que no pueden atender varios casos de forma simultánea.

Al conocer el suceso, representantes de la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública de Cangas expresaron su rechazó a que se recurra a la violencia verbal o física contra los profesionales sanitarios para defender los derechos de los ciudadanos. Piden a la Administración sanitaria medios suficientes para atender el servicio y a los afectados, que los hagan valer por la vía del diálogo.