El conductor de una ambulancia del 061 resultó herido en una muñeca tras ser agredido, en la medianoche del sábado al domingo, por una mujer que protestaba por la demora en la atención médica a su hija. El técnico sanitario se interpuso entre la señora y la médica de guardia a la que supuestamente intentaba agredir, y en la trifulca recibió un fuerte golpe en una muñeca como consecuencia de un portazo. Otros compañeros avisaron a la Guardia Civil, que poco después identificó a la agresora y le tomó declaración.

Según las fuentes consultadas, los hechos ocurrieron poco antes de las 12 de la noche en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Cangas, donde una madre que esperaba a que la médico atendiera a una hija suya en el servicio de urgencias entró airadamente en la sala donde la profesional sanitaria se ocupaba de otro paciente aquejado de una grave reacción alérgica, sin atender a las advertencias. Un técnico sanitario del 061 intercedió para evitar la agresión y desalojar a la señora, que dio una patada a la puerta del consultorio y le atrapó una muñeca al trabajador, que tuvo que ser sustituido por otro compañero.

A esa hora ya no había ambulancia de refuerzo (ese servicio finaliza a las 23.00 horas), y tuvo que desplazarse la ambulancia del 061 con base en Moaña para realizar el operativo de traslado a Vigo del otro paciente, aquejado de una fuerte reacción alérgica, y que a mitad de camino fue relevada por un vehículo medicalizado.

Al conocer el suceso, la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública de Cangas rechazó el recurso a la violencia contra los profesionales sanitarios para defender los derechos de los ciudadanos y pidió que las demandas se realicen por los cauces del diálogo.