Tranquilo y corto. Así transcurrió en términos generales el primer pleno de la corporación moañesa del año 2017. Entre el público se sentaron miembros de la Plataforma Beiramar, que de mañana protestaron ante el Concello para mantener su demanda de un paseo íntegramente por el litoral. Eso sí, el único punto en el que todos los grupos políticos se pusieron de acuerdo fue el de la aprobación de las pequeñas modificaciones de grafiado que la Secretaría Xeral de Urbanismo propuso en más de una decena de planos del PXOM antes de dar el visto bueno a su publicación oficial, y pese a que este organismo de la Xunta ya acordó su aprobación definitiva.

El pleno comenzó con retraso porque los grupos de la oposición exigieron que se les explicase previamente estas modificaciones de última hora. Por parte del PP, el concejal José Manuel Juncal Gallego explicó que el retraso a la hora de pasarles la información sugería que pidiesen la retirada del punto del orden del día, "pero votamos a favor porque sabemos o que nos estamos xogando, que son un montón de postos de traballo dunha empresa que sufriu un incendio".

A partir de ese punto todo fueron desavenencias. Quizás el mayor debate se produjo en la moción presentada por el PP y que defendió Estela Santomé. Solicitó el impulso de medidas de prevención contra el acoso escolar mediante la organización de charlas de prevención a profesores y alumnos. Pidió también crear un equipo de especialistas contra esta discriminación y crear una mesa municipal sobre el problema. Santomé recordó que el 9,3% de los estudiantes españoles sufren este acoso y que en Galicia afecta a 6.000 jóvenes.

Tanto XM como los grupos del bipartito (BNG y PSOE) rechazaron la moción. En los tres casos aprovecharon para lamentar el uso "desafortunado" de la palabra "moda" para referirse a una realidad como el "bullying".

Por el BNG, Odilo Barreiro argumentó el voto en contra en que las competencias contra el acoso escolar son autonómicas y relató la Lei y el Decreto que las regulan y que determinan cómo organizar las campañas de sensibilización. "Estariamos usurpando unha función que non nos é propia e entorpecendo a actual actividade de prevención regulada e organizada, que ten o núcleo nos centros de ensino". Barreiro explicó que la Lei creó el Consello para a Convivencia Escolar de Galicia y que en cada centro se crearon comisiones de convivencia.

Marta Freire, del PSOE, incidió en la misma idea y aprovechó para reclamar más fondos a la Xunta para atajar un problema "que vai en aumento". Estela Santomé concluyó acusándoles de "echar balones fuera" ante su propuesta.