Inviable y fuera de lugar. Así calificó ayer la defensa de Sinaí Giménez el auto de libertad provisional bajo fianza dictado por la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra. La cuantía de 100.000 euros fijada en ese auto hace que "la situación legal cambie de nombre, pero que en realidad siga todo igual", aseguran los letrados, que afirman que la familia de Sinaí Giménez no está en condiciones de reunir esa suma para que abandone la cárcel de Villabona, en Asturias.

Ayer mismo también se dio a conocer la resolución sobre el recurso presentado por otro de los hermanos de Sinaí, Juan Paulo, y cuyo contenido es idéntico: posibilidad de acceder a la libertad provisional bajo el previo depósito de una fianza de 100.000 euros, retirada del pasaporte, comparecencias semanales en el cuartel de la Guardia Civil y la prohibición de acercarse a menos de un kilómetro los mercadillos de Cangas, Moaña, Redondela, Sabarís, Pontevedra, Porriño, Tui, Ponteareas, Barro y Vigo. Aún queda por resolver el recurso presentado por el otro hermano que también permanece en prisión, Saúl Giménez.

El despacho que defiende a Sinaí Giménez, considerado como el jefe del clan gitano de Los Morones, considera que el auto de la Audiencia de Pontevedra como "fuera de lugar" ya que en la práctica resulta "inejecutable". "La familia no tiene forma de pagar esa fianza así que a corto plazo es inviable que se pueda pagar para que salga de prisión, por lo que la situación es la misma", explica el abogado José Luis Gutiérrez Aranguren.

Así las cosas, las alternativas que le restan a la familia de Giménez son intentar buscar la forma de reunir los 100.000 euros de fianza que reclama la Audiencia de Pontevedra o bien esperar algún tiempo más para intentar que los tribunales rebajen esa cuantía. A ello contribuiría, según reza el propio auto judicial, que la celebración del juicio oral aún se presume lejana debido a que la causa se ha declarado compleja y continúan las investigaciones.

Sinaí Giménez permanece en prisión desde el pasado mes de abril, cuando fue detenido junto a sus hermanos en el marco de la Operación Vida. El primero en abandonar la cárcel fue Marino, que estaba en el penal de Teixeiro, y cuya petición de libertad provisional implica que debe comparecer los días 1 y 15 de cada mes.

El auto de la Audiencia de Pontevedra se conoció el jueves y ayer viernes era día de mercadillo en Cangas, donde en octubre de 2015 se registró una reyerta que fue el detonante de la conocida como "Operación Vida". Entre los vendoderes la noticia se acogió con una mezcla de cautela e incluso temor. Mientras algunos declaraban, sin querer dar su nombre, que "si tiene derecho a salir de la cárcel debería hacerlo", otros reconocían que "si llega a salir no quedará más remedio que adoptar de nuevo medidas de precaución".