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La proyección más artística de Bueu

Cristóbal Gabarrón Betegón: "Siempre he realizado el arte que quería, libre, inspirado en lo que ocurre a mi alrededor"

Volcado en el arte público, es autor de la escultura "Universo de luz",que conmemora el 70 aniversario de la ONU, y uno de los artistas más valorados en China, en donde va a inaugurar una obra homenaje en la Cumbre del G-20

Tanto está sentado al lado del secretario general de la ONU, Ban Kimoon, en el mítico Central Park de Nueva York, como con el más humilde de los vecinos de Bueu, disfrutando de sus días de descanso en esta villa, que le atrapó hace 18 años desde que la vio por primera vez de la mano de unos amigos, y dando rienda suelta a su creatividad como artista. Se inspira en lo que ocurre a su alrededor, en las cosas de la vida, de la muerte, del amor, del desamor, de la justicia, de la paz.... A su lado, muchas de las veces, está su amigo Luis, su escudero en esos viajes al paraíso particular de este Quijote del arte español por todo el mundo. Cristóbal Gabarrón (1945, Mula-Murcia) es un artista reconocido internacionalmente como creador de arte público, tanto pintura, como escultura o montajes monumentales, y vive a caballo entre Estados Unidos, China y España. Cuando llega no deja de acudir a Bueu, sea invierno o verano. Ahora vive una de esas escapadas a la villa. Llegó la semana pasada y partirá ya mañana domingo con destino a Londres para tomar vuelo después a China, en donde el artista, murciano de nacimiento pero buenense de adopción, mantiene una estrecha relación cultural desde hace dos años. Ha sido el primer artista ocidental en exponer en el Museo Nacional de Shangai a donde llevó sus "Silencios de Colón". Trabaja asiduamente con la ONU y en octubre de 2015 inauguró en el Central park de Nueva York la escultura monumental "Universo de luz" para conmemorar el 70 aniversario de esta Organización de Naciones Unidas. En Cannes inauguró una escultura, de más de 7 metros de altura en el paseo marítimo, con motivo de la celebración del festival de cine, en homenaje al séptimo arte y al nobel Camilo José Cela. Y en esta misma ciudad ha inaugurado el pasado mes la exposición "Mille formes á la conquéte de léspace" con más de 200 de sus obras distribuidas por cuatro museos y espacios públicos. Además de ésta, tiene más de media docena de exposiciones abiertas por el mundo: dos en China, una en Singapur, otras dos en Chicago y en septiembre inaugura una obra homenaje en la ciudad china de Hangzhou en la Cumbre del G-20. AEn octubre llegará a Ginebra la exposición itinerante que conmemora el 70 aniversario de la ONU, con su obra "Universo de luz".

-Vive en un triángulo entre Nueva York, China y España.

-Vivo períodos de unos cuatro meses al año en estas diferentes zonas. Vivo más en Nueva York y muchísimo menos en España.

-¿Por qué China?

-Hay una implicación continua de los museos de allí con mi obra. Estoy continuamente con exposiciones, la primera hace dos años en el Museo Nacional de Shanghai ("Los Silencios de Colón" de Gabarrón supuso la exposición del primer artista español en el Arte Museum). Allí la Universidad y los museos van muy encadenados; un museo hace una exposición y automáticamente intenta explicarla a través de la Universidad. En China ya he realizado once exposiciones en museos y muchos que han solicitado. Hay un proyecto ahora para hacer un contrapunto de "Los desastres de la Guerra" de Goya y una obra mía, el mural titulado "El retablo de Caín", también contra la guerra. Son exposiciones complicadas porque a través de ellas quieren explicar la pintura de la obra de Goya, su significado en Occidente y la obra contemporánea para ver coincidencias, si hay algún hilo de unión. Unen todo eso y con talleres para niños.

-¿Demuestra China más sensibilidad por el arte que Occidente?

-No, son diferentes, aunque es una opinión mía. China tiene una cultura distinta. Tiene un tipo de senbilidad y Europa otro, desde cómo son las presentaciones, cómo se relaciona la gente, cómo ven ellos la vanguardia, el fracaso, la opulencia, la preparación de los niños, que es algo exagerado. Tienen claras unas ideas y creen necesario el conocimiento, la aplicación de ese conocimiento y la plástica, la arquitectura. De hecho, están destacando como los mejores arquitectos del mundo. Tienen la decisión, la idea, el dinero y van a por ello. China tiene interés por la cultura propia pero con expectativas de qué está pasando fuera. En las exposiciones, el artista imparte talleres de su propia obra a los colegios. Tengo videos impresionantes de 500 niños en una palza haciendo un mural para intentar entender el arte. En el Museo nacional de Guanzhau hablaron conmigo para realizar un taller y se pactó para que la estación de donde sale un tren interno supermoderno, que recorre una parte de la ciudad, se haga una obra pintada por los niños. La televisión de allí, que va dirigida a 400 millones de personas, graba en directo a 2.500 niños pintando ese mural y queda como algo permanente de una relación entre un artista y China.

-¿Cómo valora la situación de los museos en España?

-El país tiene problemas en cuanto a la cultura y lo que son los museos. No hay una dirección o un objetivo claro de cómo tiene que funcionar el mundo de la cultura. Hay Reinos de Taifas que dividen la cultura, pero no sé la solución. El objetivo debe ser siempre la ciudadanía.

-El Prado es un gran museo.

-Uno de los grandes del mundo. Hay colas para entrar, pero la pregunta es ¿de esas personas en las colas, cuántas son españolas? Muy pocas. En las colas en Gaudí, el 92% son extranjeros. No hay una política cultural. Lo importante son los niños si quieres algo para el futuro. Si no enseñas el arte a los niños, no tendrán conocimiento y no se ama lo que no se conoce.

-Usted se fue en el año 84 a Nueva York ¿Qué le llevó a dar ese salto?

-España estaba bastante gris y me pareció más lógico hacer el esfuerzo allí, en una ciudad rica en ideas, con inquietud, con tantotalento en lucha.

-Destacado es también el trabajo de la Fundación que desde 1992 usted ha impulsado y creado ¿en dónde está la sede de la Fundación Gabarrón y cuales son sus objetivos?

-Tiene sedes en Nueva York, Murcia, Valladolid y Bruselas y, en breve, en China. Se dedican especialmente a la educación con programas para que se conozca el arte. Cada Fundación está especializada. Nueva York lleva, por ejemplo, estudios y exposiciones de arte de vanguardia en su especialidad de arte público. Lo que hace es promover a los grandes artistas con arte público, que es el arte que convive y dialoga con el público.

-Nueva York sigue siendo la ciudad número uno en esta riqueza.

-Sigue siendo, aunque China va con un programa muy potente y creo que va muy bien. El interés principal de China es que cree que el arte público es importante para su desarrollo.

-¿Qué ciudad le inspira más?

-Es difícil. No me inspiran tanto las ciudades como el entorno, lo que ocurre a mi alrededor, las cosas muy sencillas como la injusticia, el abuso, el amor, la muerte...vitales para el ser humano. Es lo que me inspira de siempre. Sigo haciendo lo mismo pero a través de la investigación voy encontrando otras formas de decirlo.

-Se dice que usted pasó del realismo al irrealismo más abstracto.

-Empecé, como todos los artistas, a representar una manzana como es y de ahí a intentar expresar cuál es el olor de la mazana.

-¿Se encuentra más cómodo en lo abstracto?

-Siempre he hecho la obra que me ha parecido que tenía que hacer.Mi obra puede o no gustar, pero es honesta. No me fío de modas. Lo que hago es lo que quiero hacer, para bien o para mal. No tengo el problema de que sea abstracta o no, no voy a eso, voy a expresar las cosas que me inspiran de una manera libre.

-¿El arte sigue siendo libre?

-Sí. En el momento que deje de serlo no tiene esencia para mí.Es un lenguaje más importante que la propia lengua.

-¿Se ha sentido limitado a la hora de plantearse una obra?

-Siempre. El problema de una obra es que la haces, crees en ella, es tu expresión y cuando decides que has terminado, la ves al año y casi siempre dices: tenía que haber continuado con ella, pude sacar más. Nunca estás a gusto con una obra si ha pasado el tiempo. No conozco ninguna obra mía que pueda decir es perfecta para mí. Siempre pienso que podía haber trabajado más.

-¿En qué está trabajando ahora?

-Investigando materiales.Nunca he trabajado una sola cosa, investigo materiales que es lo que me da que pueda haber hecho cerámica, escultura, piedra, bronce, murales, cosas para teatro...Investigo con materiales que puedan expresar lo que yo quiero.

-¿De qué obra se siente más orgulloso?

-La que me interesa es la obra pública. No es que no crea en los museos pero la obra museística la ve menos gente, la pública es un reto muy importante porque te encuentras que la ve gente que sabe de arte y otra que no y te puedes encontrar en que si tienen alguna reacción, aunque sea decir que es una porquería, ya tienen una reacción.

-La obra pública se expone a los actos de vandalismo, como ha sido recientemente en Vigo.

-La primera exposición de arte público en Manhattan fue hace 20 años. Expuse escultura pública en todo Manhattan. Estuvo ocho meses y no hubo un rayón, y estamos hablando de Harlem y el Bronx, que no son sitios buenos. Indica respeto de un país hacia lo distinto. Después hice una expedición itinerante por Galicia, en A Coruña, Santiago, Compostela, Pontevedra, Vigo...En A Coruña tiraron cinco esculturas a la playa, en Compostela rompieron tres...Hay una sociedad que no está preparada para respetar la diferencia. ¿Hay que ser crítico? No, hay qque dar cultura y desde niño, porque a los que son brutos ya no los vas a cambiar. Tampoco me gusta la prohibición. hay que tener paciencia y empezar a enseñar a respetar el arte, las diferencias, las personas. Si se rompe algo en un parque, hay que reponerlo cuanto antes y así sucesivamente.

-Sin embargo, una ciudad como Nueva York, que respeta tanto la diferencia, se ha visto mortalmente atacada por el yihadismo ¿ha notado un cambio en el Nueva York de cuándo llegó al que es hoy, tras los atentados?

-Sí.sufrió un cambio y todavía no se ha curado. Hay cierto miedo a que pueda pasar. Se vive con exageración y cualquier bolsa ya asusta. Pero es una ciudad que intenta mantener un vivir hacia adelante.

-¿Está reflejando el arte los horrores de las guerras que vivimos?,¿saldrá de los tiempos actuales otro Guernica?

-Habría que valorar cuál es el compromiso político o social del arte y si estamos los intelectuales ayudando a la relación de entendimiento. Pienso que cada vez somos más individuales y hay falta de compromiso en Occidente. ¡Qué contrasentido es ver al Guernica, un cuadro contra la violencia, tan protegido en el museo. Me impresionó mucho en un museo en Colombia cuando entré y había dos filas de soldados con ametrolladoras. Algo fracasa.

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