El acto estuvo presidido por el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, que ya cuando estaba en la oposición municipal, allá por el mes de enero, organizó la presentación de las cartas en Cangas de la mano de la nieta del fusilado, Ana Paula Mejuto, además de por el presidente de la Real Academia Galega, Xesús Alonso Montero. Xosé Manuel Pazos manifestó su orgullo porque este acto se celebre en Cangas y dijo que las cartas debía de servir de faro y guía para el futuro. Xosé Alonso Montero aludió a la importancia que las cartas originales estén en manos de la Academia Galega y recordó el esfuerzo realizado en la publicación de este libro que ahora se presenta. Antes, el editor Enrique Alvarellos puso al descubierto el verdadero deseo de Alonso Montero, que las cartas formen parte de los libros de texto de las asignaturas de Historia y Literatura. Precisamente Alonso Montero mencionó que Mejuto era un hombre sin titulación, pero con un gran talento literario, que también puso de manifiesto Olivia Rodríguez, profesora de la Universidad de A Coruña que fue la encargada de mimar y pulir los textos de las cartas para su publicación. Olivia Rodríguez también estuvo ayer en el acto de presentación. Fue ella la que recordó como se encontraron las cartas, tras la muerte de Alejandra Nogueiras, las peripecias de su nieta Ana Paula Mejuto para publicar las cartas en Argentina, sus conversaciones con Serrat y Sabina sobre esta cuestión.

Olivia Rodríguez y el editor Enrique Alvarellos aseguraron ayer que se trataba, sin lugar a dudas, de un libro muy especial, quizás el más especial que llegó a sus manos.

Alonso Montero reveló que Mejuto había hecho en la cárcel dos anillos con piezas de dominó, uno estaba en la tumba de su mujer y otro lo tenía él, pero que iba a pasar a manos de la Academia.