En las vísperas de las Festas do Cristo de 2010 el Concello de Cangas anunciaba un acuerdo con los propietarios de una finca de la calle Seixo, próxima a la Avenida de Vigo, para utilizarla como aparcamiento con capacidad para más de cien vehículos. Volvió a hacerlo en la primavera de 2013, con motivo de las obras en el puerto, y el uso se mantuvo en años sucesivos, aunque en las últimas semanas los dueños colocaron un cartel en el que podía leerse: "No entrar. Por favor, retiren los coches. Gracias", y desde ayer el portal de acceso al terreno está cerrado, el cartel de parking público fue retirado y en su lugar cuelga otro mensaje: "Para retirar el coche, llamar al 986303031", número de teléfono de la Policía Local.

El concejal de Urbanismo, Rafael Soliño, asegura que la relación con los dueños ha sido cordial y le agradece la "colaboración prestada", aunque reconoce que ahora le han comunicado al gobierno local que prefieren esperar a que se constituya la nueva corporación para "negociar" el uso de la finca. Los dos últimos coches que quedaban en su interior fueron retirados el lunes, con presencia de la grúa municipal, "y le hemos devuelto las llaves del portal a sus dueños, junto con el agradecimiento por haberlo cedido de forma altruista", explica el edil, que ayer ordenó a los operarios municipales retirar los carteles indicativos instalados en Pedra Alta y la Avenida de Vigo, y muestra su disposición a entablar "negociaciones" con otros titulares de fincas del entorno urbano para paliar el déficit de plazas de aparcamiento, más acuciante aún en verano.

La urbanización de la plaza frente al cementerio de la calle San Xosé o el nuevo cierre con pilonas de la explanada de la lonja ya mermaron de forma significativa las plazas de aparcamiento libre en el centro del municipio, que ahora se agrava con la pérdida del parking de la calle Seixo, detrás de la tienda de Indalecio Moda. Soliño reconoce que ofrecía un servicio idóneo en una zona a menudo congestionada, pero confía en llegar a acuerdos con particulares, incluido el dueño de esa finca, para que el servicio quede cubierto adecuadamente durante la temporada estival, principalmente desde mediados del mes de julio hasta después de las Festas do Cristo, en septiembre, que coincide con el punto álgido del turismo en la localidad.

Conflicto de intereses

Otro de los aparcamientos en superficie que estaba orientado a funcionar de forma "provisional", aunque luego se convirtió en permanente, es el de la unidad de actuación 5, colindante con la calle San Xosé y en la parte trasera del supermercado Eroski, con capacidad para más de un centenar de plazas. Aunque su puesta en funcionamiento, en temporada estival, fue bien recibido, no tardaron en llegar protestas desde Invesmorrazo, la sociedad que gestiona el parking subterráneo de la Avenida de Marín, al entender que este tipo de aparcamientos libres representan una competencia desleal con su negocio. Soliño entiende sus razones, pero insiste en mantenerlo para no gravar aún más a los ciudadanos y perjudicar al comercio.