Han pasado casi tres meses desde que Hugo dejase Bueu y a su familia para afrontar el encierro voluntario en la casa de Gran Hermano 15. El joven y su inseparable cabra "Rubia" se quedaron a las puertas de la gran final, pero aún así se mostraba feliz por una experiencia increíble y por las muestras de cariño recibidas. Tras salir de la vivienda de Guadalix de la Sierra le confesaba a Mercedes Milá que a sus 18 años el concurso se le hizo un poco grande. "Realmente creo que sí porque nunca había estado fuera de casa más de cinco días ni más de 24 horas sin mantener contacto con mi madre. Además he aprendido a hacer muchas cosas: a mi novia le podré hacer pasta en lugar de un sandwich y también he aprendido a valorar más a la gente que tengo a mi lado".

Mucha de esa gente le esperaba ayer tarde en el aeropuerto de Peinador para recibirle por todo lo alto y como si el fuese el auténtico ganador del Gran Hermano 15. Sólo faltaba "Rubia", que aún deberá permanecer unos días más en Madrid. Por cuestiones de sanidad, el animal debe ser sometido a una serie de análisis y controles antes de regresar a su casa de Cela, en Bueu. El reencuentro con la familia fue emotivo y a la primera persona a la que pudo ver fue a su madre Teresa, que estaba en Madrid. Junto a ella su abuela materna Lola y su amigo Fran.

Los compromisos de exclusividad firmados le impiden hablar hasta el lunes, aunque el joven no ocultaba su emoción y "flipó" al ver el Bichero que su paisano Luis Davila le dedicó en FARO al inicio de su aventura en Gran Hermano. De esa emotividad habló también con Mercedes Milá tras salir de la casa, cuando la popular presentadora le decía que había sido el concursante que más había llorado. "Llorar también es de hombres", contestó con firmeza el joven. En esa entrevista también tuvo palabras para su compañera Azahara. "Ella no se merecía salir", manifestó.

Hugo salió de la casa de Gran Hermano con una promesa para su madre. "Me dijo que ahora se pondría a estudiar para sacar el Bachillerato, para el que le quedan tres asignaturas, y para obtener el carné de conducir", contaba ayer Teresa. "Creo que veía que iba a salir, pero está muy orgulloso porque llegó casi hasta la final", apuntaba.

Nada más salir de la casa de Guadalix de la Sierra y antes de reunirse con familia y amigos tanto Hugo como los otros dos concursantes abandonaron el concurso fueron atendidos individualmente por un psicólogo, que les evaluaron y los prepararon para la vuelta a la vida real y lejos del ojo que todo lo ve del Gran Hermano. Pero si hay que hacerle caso a Mercedes Milá el futuro del joven Hugo quizás esté vinculado al mundo de las cámaras. "Tú te dedicarás a la televisión", le dijo en la despedida.