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Un padre de Moaña lleva dos años sin ver a su hija, "atrapada" en la orden miguelianos

Asegura que la secta fue expulsada de Madrid por el arzobispo y que ahora se trasladó a Córdoba »La joven está en el coro de la congregación que se llama La Voz del Serviam

MIguel Rosendo, fundador de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, en la casa de Oia.

Lo que todo comenzó como un sueño hoy es una pesadilla. Los vecinos de Moaña que tienen a su hija "atrapada" en la orden de San Miguel Arcángel, fundada por Miguel Rosendo y a la que el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, declaró no católica e intervenida por el Obispado de Tui-Vigo en el mes de octubre por presuntos escándalos sexuales en su seno, lleva dos años sin ver a su hija, que canta en el coro que ahora se denomina La Voz del Serviam y hace ocho meses que no se pone en contacto telefónico con sus padres y ahora mismo su paradero es desconocido para ellos. No saben si está en Madrid, a donde se había "exiliado" la citada congregación tras los escándalos que la salpicaron en Galicia o en Córdoba, a donde se habrían trasladado después de que el Arzobispado de Madrid les cerrara todas las puertas e impidiera las actuaciones de su coro en todos los centros católicos de la comunidad.

Ya no hay eufemismos. Para estos padres que llevaban desde el año 1992 colaborando con la congregación fundada por Miguel Rosendo da Silva. Para ellos, que quieren seguir en el anonimato, la orden es una secta. El padre de la joven moañesa de 29 años que canta en el coro La Voz del Serviam apunta que él fue uno de los que contrató al detective para saber lo que sucedía dentro de la congregación de San Miguel Arcángel., conocida también como miguelianos. También relata que su hija comenzó a ir con ellos a colaborar en las múltiples actividades que se realizaban cuando empezaron en 1992, desde cantar en las iglesias, ayudar a los niños con síndrome de Down o prestar auxilio a los presos de A Lama. "Os rapaces eran pequenos, ¿dónde os ibamos a deixar. Coñeceron a outros rapaces e con tempo disfrutaban. A miña filla entrou no coro moi contenta.Cando descubrimos todo o que estaba a pasar intentámola convencer para que marchara de alí, pero ela non quixo. Ela estaba dentro dos muros da casa de Oia e nos fora. Nos eramos os enimigos". Por otros testimonios recogidos en Moaña de miembros de esta secta, Miguel Rosendo siempre se esforzó desde un principio en alentar las diferencias de las "novicias" con los progenitores. Comenta este padre que ahora mismo hay 17 mujeres que acompañan a Miguel Rosendo. Reconoce que algunos padres están muy contentos con que sus hijas estén allí, pero hay otros que no y que están dispuestos a moverse para desmontar todo el entramado de líder de esta secta. "So si somos capaces de quitarlle todos os apoios que ainda ten, teremos unha oportunidade de que as rapazas marchen, porque él ve que non pode mantelas. Nos non podemos denunciar a Miguel Rosendo por secuestro, porque as nosas fillas son maiores de idade. Tampouco temos probas suficientes como para denuncialo por abusos sexuais. Eu non sei si as mulleres durmían con él na casa de Oia, como se di, pero non digo que non. Sabemos que tanto a Policía Nacional como a Guardia Civil está investigando e que unha sección da Policía Nacional experta en sectas está detrás. Pero, de momento, non hai denuncia, nin acusados, nin imputados".

En este sentido, este padre considera vital que el Arzobispado de Madrid pusiera coto a la citada orden. que dicen, está muy respaldada por el cura Ignacio Oriol. Por distintas informaciones que tiene, asegura que la secta se ha desplazado al sur de España, concretamente a Córdoba, donde tratan de empezar de nuevo. "Miguel Rosendo pensaba que ia a ter refuxio en Madrid, pero o votaron de alí. Superon moi pronto quen era, a pesar de ter importantes apoios".

Dos hermanos de Miguel Rosendo viven en Moaña, donde una de ellos mantiene abierta una consulta de sanadora, "profesión" con la que inició su hermano sus andaduras en el barrio de El Calvario, en Vigo, donde regentaba una herboristería y tenía una consulta de la que derivó después todo el complejo de Oia.

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