El Aula Magna de la Escuela de Ciencias Humanísticas de Génova acoge el próximo lunes y martes un importante congreso organizado por el departamento de Antigüedad, Filosofía e Historia de la universidad genovesa. Ese simposio se titula "Arqueología de la producción de cerámica en el mundo antiguo" y Bueu será el protagonista de una de las ponencias. El arqueólogo Adolfo Fernández Fernández presentará las conclusiones de una investigación sobre la producción y comercialización de ánforas en Pescadoira durante la época del bajo Imperio Romano, entre los siglos III y V después de Cristo.

El arqueólogo está desarrollando con la colaboración del Museo Massó una investigación sobre la industria de producción de ánforas que había en aquella época en Bueu y que estaba vinculada a una fábrica de salazón. Este trabajo comenzó hace más de un año y Adolfo Fernández ha podido trabajar con los restos hallados en el yacimiento de Pescadoira y que están depositados en el museo buenense. El título de su ponencia es "La producción y la comercialización de ánforas tardoantiguas del alfar de San Martiño de Bueu". La presentación de sus conclusiones será en la jornada del martes 2 de diciembre a partir de las 11.00 horas.

Adolfo Fernández Fernández estudió en la Universidade de Vigo, es doctor en Arqueología y es experto en el estudio del comercio romano. Desde hace casi tres años trabaja en el Centro de Estudios Clásicos y Humanísticos de la Universidad de Coimbra.

Las instalaciones de Pescadoira, aunque no llegaron a ser un gran centro de producción, sí que tienen un enorme valor histórico y cuentan con un factor que hasta la fecha las hace especiales: la presencia de hornos alfareros donde se fabricaban las ánforas, los recipientes en los que se envasaban los productos de la salazón y que vienen a ser el equivalente a las actuales latas de conserva. Esos recipientes y su contenido se vendían luego en otros puntos del imperio gracias a las vías de comunicación y redes comerciales de Roma.Uno de los objetivos de la investigación de Adolfo Fernández es precisamente establecer las características que identificaban y hacían distintas a aquellas ánforas y a partir de ahí poder seguir su rastro por todo el antiguo mundo romano.