El proyecto que consiguió el premio tenía como objetivos: aprender a cooperar en el trabajo en equipo, aprender a plantificar y organizar un trabajo, aprender a buscar, seleccionar y organizar información utilizando diferentes fuentes, combinar las nuevas tecnologías con los soportes tradicionales y fomentar la creatividad, la iniciativa y autonomía personal. Precisamente por todas esas razones se escogieron las Danzas Tradicionales de Cangas para realizar el trabajo.

Los alumnos recurrieron a las familias, a los miembros de las asociaciones que se ocupan de las danzas, la de O Hío, la de Darbo y la de Aldán.

Los protagonistas del trabajo crearon un bloc para ofrecer información de todo el proceso y se realizaron salidas didácticas a los lugares donde se bailan las danzas tradicionales. Allí recibieron los alumnos información directa sobre cada una de las danzas.

Por muy extraño que parezca, los alumnos de 1º de ESO aprendieron a bailar la danza de Darbo, por ser la parroquia donde está situado el instituto Monte Carrasco y de ello dieron muestras en una exhibición fin de curso. Los alumnos y profesores confeccionaron los gorros de la danza en un taller de Belén Guimeráns, presidenta de la Asociación de la Danza de Darbo, que después utilizaron para bailar. Y no lo hicieron mal los jóvenes estudiantes. Además, este aprendizaje no le vendrá mal a las danzas tradicionales de Cangas, tan quejosas como están de que hace falta personas que cojan el relevo, tanto hombres como mujeres. Desde luego que Darbo ya tiene relevo.

En el proyecto participaron 48 alumnos y alumnas coordinados por sus tutores y por un miembro de la Biblioteca Escolar.