Reside en Croacia desde hace 10 años cuando entró a estudiar en el Seminario de Pula. Allí se ordenó sacerdote aunque realizó su primera misa en su parroquia de Santa Eulalia de Meira, en Moaña, y en el país báltico ejerce su sacerdocio como vicario parroquial en la localidad de Porec, al norte de la costa adriática. Héctor Bernárdez vive en un país que no hace un año de su entrada en la Unión Europea, aunque todavía no tiene euro y conserva su moneda, la Kuna (1 euro equivale a 7,5 kunas).

Su vida como religioso no le impide tener una visión política, y a todos los niveles, de Europa y reconoce su derecho y obligación a votar como cualquier ciudadano.

Dice que en Croacia "muchos sectores de la sociedad veían con ilusión la entrada del país en la Unión Europea, como sucedió en España, pero ahora muchos se plantean si ha sido una decisión acertada. Creo que uno de los fines principales de la creación de la Unión Europea, el libre mercado y la unión económica entre estados miembros, no ha sido la esperada sino que se da un efecto contrario", asegura Héctor Bernárdez.

Sin embargo, reconoce que para él, el problema de la UE no es solo la crisis económica "sino al crisis antropológica y de valores. se ha dado supremacía a loe conómico y se han descuidado temas fundamentales de la persona humana como la solidaridad". Es la lógica visión de un religioso en Europa que pese a su vocación palpa el día en la calle, el coste de la vida, del que dice que es algo menor que en España, y del sentir del croata reació a entrar en la zona Euro: "Tienen miedo que la entrada suponga un encarecimiento dela vida y, en consecuencia, un empobrecimiento de la sociedad".

Si algo le diría a un político es que no se olvide de que "la política es un servicio".