La historia y el patrimonio de Ermelo serán los grandes protagonistas de las jornadas que comenzarán el viernes en esta emblemática aldea buenense. El programa de ponentes está ya cerrado y uno de las actos será una mesa redonda en la que intervendrán cuatro reconocidos vecinos de Bueu y a los que en absoluto es exagerado calificarlos como expertos en la historia y patrimonio local: Salvador Castro, Belarmino Barreiro, Manuel Aldao y el profesor Arturo Sánchez Cidrás. El antiguo docente del colegio de A Pedra es el responsable de un interesante blog en el que aborda de una manera diferente la historia de Bueu (acidras.blogspot.com.es) y en la charla del viernes aportará datos interesantes y curiosos sobre la historia del monasterio.

-El proyecto promovido por el Concello de Bueu y el GDR Pontevedra-O Morrazo parte del lema "Ermelo, cerne de O Morrazo". ¿Es correcto hablar de Ermelo como un punto de origen de la comarca, es tan importante?

-Quizás no es exacto hablar de Ermelo como origen, pero algo de razón si tienen porque es muy importante en la historia de la comarca. El monasterio era una forma de control del clero sobre grandes extensiones de terreno a través de los foros y de recaudar tributos. El monasterio era pequeño, pero abarcaba una extensión tan amplia de terrenos que que le daba grandes sumas de dinero. Llegaba a Beluso, Bon, Vilar, Aldán, Coiro, Meiro...

-El propio origen del monasterio tampoco parece estar muy claro, al menos en lo que respecta a las fechas.

-Hay mucha gente que habla de finales del siglo IX, pero hay muchas dudas y no hay documentación real que permita decirlo con seguridad. La razón por la que se construyó un monasterio en un lugar como Ermelo también entra dentro del ámbito de las especulaciones. Puede ser que antiguamente fuese un lugar al que se retirasen ermitaños a orar y luego se construyese el monasterio. Su desaparición data de la segunda mitad del siglo XIX, con la desamortización de Mendizabal. Y es que al carecer de tierras y propiedades ya no tenía razón de ser su existencia.

-¿Es posible cuantificar cuántas propiedades poseía el antiguo monasterio y sus réditos?.

-Tenían que ser muchas. Sus rentas llegaron a ser de 13.000 reales anuales, mientras que el monasterio de Poio sólo tenía rentas de 7.000 reales cuando tomó el control del monacato de Ermelo.

-¿Cómo era la vida monástica en Ermelo? ¿Algo que ver con la famosa novela "El nombre de la rosa" de Umberto Eco?

-Nada que ver. Normalmente había entre dos y tres monjes. En el momento en el que pasa a depender del monasterio de Poio (en 1491) tenía tres monjes y alrededor del año 1559 se le concedió licencia para que hubiese sólo uno, que administraba los sacramentos en la zona en calidad de párroco. A principios del siglo XIX, en 1810, había un prior y un encargado para la administración del grano que se recaudaba de los tributos. No estamos hablando de grandes cifras, como mucho entre tres y cuatro monjes.

-¿Cómo era la relación con los vecinos y la gente de los alrededores?

-De un dominio total. Era un monasterio y vivía de recaudar tributos y de los foros. Hay documentos en los que se percibe que hay un buen entendimiento entre las partes, pero no siempre es así y a veces es forzado o interesado. Hay algunos cosas interesantes, como el hecho de que el monasterio concediese foros sobre tierras a mujeres solteras, lo que no es muy habitual. Lo más probable es que en estos casos se les diesen terrenos improductivos, que a los monjes no les importaba que los trabajasen estas mujeres porque así también le sacaban un rendimiento a esas tierras. Hay también un caso de una mujer que trabaja sirviendo en el monasterio y que cuando se marcha los monjes le entregan una elevada suma de dinero... Se supone que sería por los favores prestados.

-Tantos siglos de historia dan para mucho ¿Destacamos alguna historia o suceso curioso?

-Es curioso el intercambio que se produce antes de la reforma monacal, con la introducción de la regla observante -entre los siglos XV y XVI-, en la que abad de Ermelo se marcha a Santiago y el de allí se viene a Ermelo. En 1687 el entonces abad, llamado Juan de Salinas, denuncia al cura de Bueu, que era Fernando de la Rúa (antepasado del que luego sería presidente de Argentina) y parece que pudiese ser por una cuestión lindes de tierras y propiedades. En la charla del viernes también hablaré de una especie de motín, en 1810, en el momento en el que los vecinos tenían que pagar los tributos. Parece que entraron unas 200 personas a saco y reclamaban al escribano que les entregase el recibo de haber pagado sin haberlo hecho. Hace algún tiempo (en octubre de 2013), en mi blog también puse una entrada de un cura de Ermelo llamado Joaquín Suárez que en 1845 demandó a un vecino "por el alma de su suegra". El párroco decía que el hombre no había contratado las misas y funerales que le correspondían a su suegra y le reclamaba 500 reales. Por eso solicitó la intervención del alcalde de la época.

-En toda esta historia hay un personaje crucial, que es arzobispo Xelmírez y que en buena medida está detrás de la época de esplendor de Ermelo. En su opinión, las especulaciones que apuntan que podría estar enterrador en Ermelo, ¿tienen base o son sólo eso, especulaciones?

-Está clara la relación de Xelmírez con Ermelo. Su nombre aparece en una inscripción en piedra en el templo y promovió la edificación de la antigua iglesia románica. Pero lo de estar enterrado allí es pura especulación.