Daniel Rodas chapela - Exedil del BNG y diputado autonómico

"El Parlamento me impresionaba, pero cada vez me siento más cómodo"

Acaba de presentar su renuncia como concejal para dedicarse a su cargo de diputado

Daniel Rodas, en su casa de Tirán, analizando los presupuestos.  // C.G.

Daniel Rodas, en su casa de Tirán, analizando los presupuestos. // C.G.

REDACCIÓN | MOAÑA

Deja el Concello de Moaña después de 10 años como concejal del BNG para dedicarse en exclusiva a su cargo como diputado autonómico en el Parlamento gallego. Se va satisfecho. Ayer permanecía en su casa de la parroquia de Tirán estudiando los presupuestos de la Consellería de Medio Rural y Mar que hoy se debaten en comisión.

-¿Qué valoración hace de esos presupuestos?

-Un desastre. Hay una bajada significativa de 43 millones de euros. Ya preocupó cuando la Consellería de Mar desapareció y pasó a Medio Rural, y ahora, al ver los números, preocupa mucho más. Todo lo concerniente a esta consellería cae, deja de ser un sector objetivo de los presupuestos de la Xunta.

-¿Cómo encuentra el Parlamento?

-Era algo que me impresionaba pero cada vez me siento más cómodo. Lo que más me sorprende es que en el grupo del BNG hay gente muy buena, con mucha capacidad de trabajo. Allí se va a 200 por hora para tratar los problemas del país. Pensaba que en el Concello se trabajaba mucho, pero se puede trabajar muchísimo más. El trabajo en el Parlamento es interminable, pero es cierto que no tiene percepción social. Hay otros que con mucho menos acaparan más protagonismo. El BNG se está caracterizando por una rigurosidad y constancia en el trabajo que dará frutos en el futuro.

-Después de 10 años como concejal en Moaña ¿con qué balance se marcha?

-Con la satisfacción de haber hecho las cosas lo mejor que sabes . Tengo que agradecer el apoyo que tuvo el BNG durante todos estos años. Hay que recordar que en 2003 empezamos con 5, después con 6 y después con 7. Es un proyecto que fuimos construyendo y la gente apoyando. Dejamos un trabajo hecho, está ahí, y es una desgracia que no se siguiera porque hay capacidad, equipo y expectativas. En el ámbito municipal fuimos capaces de consolidar un equipo que, muchas veces no es fácil y durante tres legislaturas tener capacidad de que el equipo se fuera renovando sin que supusiera ningún problema.

-¿Cree que hay que seguir con el relevo generacional?

-Es lo que estamos haciendo. Que venga otra gente joven es de lo más orgulloso que te puedes sentir. Los proyectos se hacen con la suma de las diferentes aportaciones de todas las personas, todo es necesario si quieres llegar a la sociedad. El BNG ha demostrado en estos 10 años capacidad de crear equipo con personas que demostraron dedicación, entrega y generosidad para hacer un Moaña mejor. Y aquí tengo que recordar a Diego Riobó que fue el peor trago de este tiempo, era compañero y gran amigo que tenía todo el futuro y características personales impresionantes. Fue una situación dramática, pero viene ahí otra gente muy formada también, más actualizada que nosotros, y defendiendo los intereses como María Martínez, Coral Ríos, Odilo Barreiro y Araceli Gestido, mi sustituta.

-¿Cree que debe de haber relevo en el caso del portavoz, Xosé Manuel Millán?

-Creo que el proyecto de Millán, que fue interrumpido sobre todo porque hay alguna fuerza política que no respeta las normas de juego., está vigente y a poco que se perfile puede continuar una o dos legislaturas más. Es un proyecto que se ajusta a las necesidades de Moaña. Solo hay que ver el centro de salud como lo dejamos y cómo está; la distribución del agua en la parte alta de Moaña o la mejora del acceso al puerto de Domaio.

-Como anécdota, usted se sienta solo en la cuarta fila de su grupo en el Parlamento, nada que ver con la imagen a la que nos tienen acostumbrados los diputados comentando entre ellos en las sesiones.

-Es una cuestión de números, porque en el BNG somos 7, un número impar, y el grupo se sienta en filas de dos en dos. Estoy solo porque no tengo par. Sobran asientos. Lo importante es que los debates son de mucha altura. El portavoz Francisco Jorquera lleva muy trabajado los debates. Lo que más me sorprende es Feijóo, que es que es un ser amoral, la inteligencia al servicio del poder. No estoy acostumbrado, yo soy un hombre moral.

-¿Cuál es su opinión en la polémica por las retribuciones de los diputados?

-Es un falso debate que utiliza muy bien el PP para desprestigiar a la clase política. Las diferencias que hay entre unas fuerzas y otras, es que unos no estamos por interés económico y otros tienen allí otro tipo de criterios y pretenden meternos a todos en el mismo saco. En el BNG marchamos inmensamente ricos porque tienes la oportunidad de conocer a fantásticas personas, generosas, trabajadoras, entregadas, como Valentín Piñeiro; con capacidad extraordinaria para hacer equipos, como Modesta Riobó; gente que tiene composición política emocional y llega a la mayoría social, como Libertad Cruz o con capacidad de trabajo callado y continuado como Beti Riobó. esta es la gran riqueza que al cabo de 10 años que llevo en la vida municipal me voy a llevar.

-Ahora que está a diario en el Parlamento ¿están curadas las heridas con Beiras?

-¡Ay! llevo muchos años en el BNG y uno de los mayores problemas son los protagonismos personales. Este país nunca tuvo proyecto propio y desde hace treinta años fuimos capaces de construir una alternativa y en ese tiempo Beiras fue nuestro líder indiscutible. Pasar de un líder como él a otro cuesta. Pero es cierto que los líderes tienen una gran responsabilidad en este sentido de ser generosos para facilitar ese relevo generacional para que el proyecto continúe con gente nueva.

-¿Es posible entonces el acercamiento con Anova?

-No hay más cera que la que arde y arrieros somos y en el camino nos vamos a encontrar.

-¿Con qué ideas entró en política que ya desecha por irrealizables?

-Entré en la política muy joven porque pertenezco a un estrato de la sociedad de los descamisados y entré como necesidad vital de cambiar el mundo y que pueda ofrecer oportunidades a la gente, como yo, no tuve. Es mi compromiso vital. No tengo nada idealizado. En la medida de mis posibilidades intento contribuir que eso se cumpla allí donde me toca estar.

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