La Praza Massó de Bueu se quedó hace apenas unos días sin otro de sus históricos inquilinos. Se trata de una haya que crecía en el frente de la calle Pazos Fontenla y que tuvo que ser cortada. Los expertos determinaron que había fallecido, probablemente por las mismas causas que anteriormente obligaron a retirar un gran magnolio: el firme de hormigón pudo romper las raíces del árbol y ahogarlo. Pero parece que dentro de lo malo el Concello buenense ha encontrado una posibilidad de sacarse unos cuartos con la subasta de esa madera.

Esa madera ha sido apilada en la parcela municipal situada al lado del consistorio y ahora el gobierno local explorará la posibilidad de subastarla. La idea surgió hace unos meses, cuando un experto que asesora al Concello certificó que este árbol no era recuperable. "Al parecer el haya es una especie muy solicitada por las personas aficionadas a la talla y al trabajo con la madera", explican desde el consistorio. Por eso una vez talado el ejemplar se optó por guardar los restos y estudiar esta alternativa.

En realidad no sería la primera vez que uno de los árboles del antiguo jardín botánico de los Massó acaba convirtiéndose en una talla. Cuando se cortó el magnolio la brigada de Servizos cedió un trozo del tronco a un vecino de la localidad que así lo solicitó y que después talló a la "dama del magnolio".