La idea de la escultura del suicida por un desahucio comenzó a gestarse hace un año cuando Nabor "Sito" Costa, que es natural de Meira y su pareja Natalia Santamaría, de Ribadavia, vieron en la Casa de Cultura de Cangas, en las inmediaciones de donde viven, una exposición de Henrique Prado Miranda, un escultor aficionado de la parroquia canguesa de Coiro que compagina esta pasión artística con su trabajo en el sector de la fibra de vidrio en la construcción naval. La pareja reside en un pequeño ático en el barrio de O Forte, en donde conviven con el amor a los animales -un perro y un conejo- y el campo, con una pequeña huerta en la terraza que comparte espacio ahora con el suicida. "Sus antropomorfos nos impactaron", asegura la pareja, muy amante del arte y de su reflexión social, sobre la obra de Prado. Involucrados en el Movimiento del 15-M, de los indignados contra la sociedad actual, y después de ver cómo en otros países el arte sirve para hacer crítica desde los propios balcones, quisieron hacer lo mismo y combinar protesta y arte con la escultura de este suicida, en la terraza de su ático, que se quiere tirar al vacío presionado por el embargo de su casa.

Así, en otra exposición del escultor le propusieron la iniciativa de realizar esta figura, con el fin de llamar la atención sobre el drama de los desahucios. Para Henrique Prado fue un desafío "pero me encantan y con todas sus consecuencias". El pasado sábado, Protección Civil ya acudió a la zona de Rodeira alertada por personas que creían que alguien se iba a tirar desde la azotea del edificio de la calle Félix Ozamiz, número 45.

La escultura asoma desde la terraza del ático de esta joven pareja treintañera, a unos 15 metros de altura, y dadas sus características: 1,58 metros de altura y 30 kilos de peso, se ancló bien al suelo y a la pared por los pies y una mano. Realizada en resina reforzada con fibra de vidrio, representa a un hombre de entre 50 y 60 años atendiendo al perfil de las personas más afectadas por este problema que están en ese grupo de edad: "Tiene la expresión de una leve sonrisa, la de una persona que va a dar ese paso para aliviarse de la presión", dicen, aunque también está en ese momento de que todo puede cambiar para bien y de que hay una alternativa.

Ninguno de ellos ha pasado por el drama del desahucioo, aunque Henrique Prado reconoce que tiene amigos afectados por las preferentes "y les llega bien". La idea inicial de ambos eran mucho más arriesgada y el primer boceto era la de una persona que ya estaba en el vacío, aunque se descartó por los problemas que pudiera conllevar a la comunidad de propietarios del edificio. El objetivo está conseguido y en el barrio cangués de O Forte se habla de la triste realidad del desahucio.