Cede el vial de Castrillón por donde se desvían los autobuses del frente marítimo

Un gran boquete, de más de un metro de profundidad, en la carretera de Castrillón, en Cangas, técnicamente denominada EP- 1001, ha dejado este vial en una situación de verdadero peligro para el tráfico rodado, en especial para el transporte escolar, ya que el agujero en la calzada se encuentra frente al recinto escolar, que recibe todos los días cuatro autobuses con alumnos, y también para el transporte público de Cangas que en la actualidad está desviado por esta carretera debido al cierre del frente marítimo a causa de las obras de mejora de la travesía de la PO-551. El boquete fue alertado al director del colegio de Castrillón por un conductor de un transporte a alrededor de las tres de la tarde y, de inmediato la Policía Local se desplazó a la zona y quedó vallada. De todas formas, vecinos del lugar alertaban de la peligrosidad debido a la falta de un alumbrado de emergencia en condiciones. "Si te asomas, parece una cueva", aseguraba ayer un testigo.

La Asociación de Vecinos de Coiro recuerda que ya habían advertido hace unos días al concejal de Obras de Cangas, Nardo Faro Lagoa, de un socavón en esta carretera, que finalmente ha cedido, se supone que a causa de las corrientes de agua que arrastraron la tierra. También habían advertido de la falta de alumbrado en la zona y aunque había cuatro puntos de luz que no funcionaban.

El portavoz de la Alternativa Canguesa de Esquerdas, Xosé Manuel Pazos, criticaba también la situación, teniendo en cuenta que se trata de un vial que es utilizado como circunvalación debido a las obras en el frente marítimo, y pide una solución inmediata, que no pasara de hoy.