El Boletín Oficial del Estado (BOP) publicó ayer un edicto del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, anunciando que se ha acordado abrir la fase de liquidación del concurso a Residencial Marina Atlántica S.A., promotora de las obras de construcción de un complejo residencial y un puerto deportivo diseñado por Norman Foster para los terrenos de O Salgueirón, en Cangas. También se acuerda la suspensión de las facultades de administración y disposición del concursado sobre su patrimonio y se declara disuelta la entidad Marina Atlántica, cesando en su función sis administradores, que serán sustituidos por la administración concursal. La firma, propietaria de los terrenos de Massó, entró voluntariamente en el concurso de acreedores el 19 de noviembre del año pasado. La deuda estimada se acerca a los tres millones de euros.

Tras la solicitud de entrar en concurso de acreedores, el auto de declaración y su publicación en el BOE e inscripción en registros públicos, en el plazo de un mes procede la aceptación de la administración concursal y la apertura del plazo de comunicación de créditos. Antes de dos meses deberá haber un informe de la administración concursal, que a su vez abre un plazo de diez días para impugnación del inventario y la lista de acreedores, según estipula la normativa al respecto.

Residencial Marina Atlántica tuvo como presidente a Ubaldino Rodríguez y en el capital social participaba Novagalicia Banco (NCG). Pero en un auto del 5 de febrero el juzgado dejó al concursado sin sus facultades de administración y disposición de bienes. El juez también declaró disuelta la entidad y cesó en sus funciones a los antiguos administradores, que son sustituidos por el administrador concursal, según se oficializó ayer en el Boletín Oficial del Estado.

En el auto de 19 de noviembre de 2012 se designó como administrador concursal al economista Javier Gosende Redondo, con despacho en A Coruña, y se acordó el llamamiento a los acreedores para comunicar a la administración concursal la existencia de los créditos en un plazo de un mes desde la publicación del anuncio en el BOE.

Una de las principales razones por las que Residencial Marina Atlántica entró en concurso de acreedores obedece a los impagos a la empresa Construcciones Dios, que fue la primera que, en 2005, intentó construir el puerto deportivo de Massó. La constructora recurrió a los tribunales con la intención de cobrar la deuda que supera el millón de euros. Construcciones Dios tuvo que desistir de las obras de puerto deportivo y fracasó donde después le pasaría lo mismo a Puentes y Calzadas.