Con la cabeza hacia abajo, las manos sudadas y sin saber muy bien como ponerlas, pero marcando perfectamente con el cuerpo el ritmo de la poesía que recitaban, los jóvenes alumnos de los colegios e institutos que participaron ayer en este acto de homenaje a Rosalía de Castro hacían vibrar a un público entregado al que ya se le había puesto la carne de gallin anda más empezar, con la Alborada para Rosalía, interpretada por el gaitero Manolo Costas y su grupo.

Con un salón de sesiones lleno hasta reventar, el concejal de Cultura, José Luis Gestido, repasaba nervioso el poema que iban a recitar: Fun ó muiño do meu compadre. Esperando su turno, el papel que sostenía la poesía se había empapado de sudor y la boca se le secaba de forma incompresible. Cuando salió, fue breve, pero no tuvo equivocaciones, aunque le faltó energía para un poema con tanta resonancia. Mientras, el regidor local, de pie, mimetizado entre el público situado al lado de la puerta principal, escuchaba en silencio. Un poco más arriba, otro concejal, el portavoz de ACE, Xosé Manuel Pazos, ejercía su profesión y daba recomendaciones a sus alumnos de San Roque para que interpretaran bien la poesía que le había sido encomendada. Otro edil, pero también escritor, Héitor Mera, optó por ofrecernos una imagen distinta a esa "chorona" que tenemos de Rosalía de Castro. Leyó el prólogo de Cantares Gallegos, donde la poetisa demuestra su faceta más reivindicativa con el idioma y más beligerante con los castellanos de Castilla. Esposa de Murguía, un autor de la generación Nos, Rosalía rezumaba nacionalismo en ese prólogo.

El presidente de la Federación de Comerciantes e Industriales de O Morrazo (Fecimo), José Bangueses también recitó unos versos: Se a vernos Marica nantronte viñeras...

La Escuela Municipal de Teatro representó su particular versión de "Negra Sombra" y el Coro del Conservatorio de Cangas volvió a traer la "morriña" al salón.

Una mujer de Ghana recitó en inglés unos versos de Adiós ríos, adiós fontes. El auxiliar de conservación del IES Monte Carrasco, el americano de Colorado, Sean Sullivan hizo lo mismo con otro poema. Se esperaba con gran interés la interpretación en idioma galés del poema Meses do inverno fríos. Pero no pudo estar presente por razones personales, así que grabó su recital par que pudiera ser escuchado ayer por un público fervoroso, rendido a Rosalía de Castro. También participaron los esritores Daniel Costa y Xosé Vázquez Pintor.