El Concello de Moaña defenderá ante Costas, en Madrid, la recuperación de la isla de Samertolaméu, en Meira, no solo como una mejora paisajística del litoral moañés y para continuar la de la playa de A Xunqueira que acometió el ministerio en 2009, sino por las ventajas que supondrá para la producción de marisco bivalvo en una zona en donde ha ido a menos desde que en los años 50 la isla se unió a tierra mediante un itsmo artificial a través de un relleno, que dejó fangosa la zona más interior. Por esta razón, el alcalde, José Fervenza, retomando también el proyecto de recuperación de la isla mediante la apertura de un canal y su unión a la costa a través de un puente de nueva construcción, que siempre defendió el anterior gobierno y que él comparte, encargó un informe biológico a la Cofradía de Moaña para avalar también este proyecto, que ya ha sido elaborado por la asistencia técnica del pósito, y que tiene sobre la mesa para trasladarlo a la jefa provincial de Costas, Cristina Paz-Curbera, que será quien personalmente defienda este proyecto en la capital. El estudio es favorable a esta recuperación. La cofradía dispone de uno de los grandes planes de marisqueo a pie de la ría, con un ámbito entre Punta Travesada y el límite con Cangas en el que trabajan 96 mariscadoras, principalmente para la explotación de berberecho y almejas fina y japónica. En 2011 este colectivo recogió cerca de 100 toneladas de estos bivalvos con una cifra de negocio que superó los 600.000 euros, pero el biólogo ha detectado desde su incorporación en 2000 una reducción de las capturas cuando en 2000 y 2007 se superaban las 1.500 toneladas. Las dos zonas principales de trabajo son las playas de A Xunqueira y Meira, aunque la zona más próxima a Meira es la que genera menos productividad, e incluso la más próxima a la línea de costa ni tan siquiera está considerada como banco marisquero en la actualidad.

El estudio concluye que las alteraciones con la unión de la isla a Meira (años 50), la construcción del espigón del puertoy nuevos rellanos con las obras del puente de Rande (años 80), afectó a la dinámica de las corrientes y, por consiguiente a las características del sedimento al facilitar la acumulación de materiales finos que no hacen propicio que un suelo sea productivo para el marisco bivalvo. Y por otro lado, que la apertura del canal provocaría una renovación diaria de las aguas con cada marea y ayudaría a la limpieza y regeneración de los fondos con los efectos positivos que tendría para la fijación, supervivencia y crecimiento de bivalvos. Este efecto sería además reforzado con las mariscadoras de la cofradía y el aporte de concha triturada ya que el colectivo cuenta con una trituradora de concha para este fin.

En el informe se hacen alusiones a 24 trabajos científicos sobre moluscos, y cita nombres como José María Navaz (1942), que estudió los yacimientos de moluscos en la ría de Vigo; Ignacio Arnal (1982) "Posibilidades de la acuicultura en el litoral español"; un ensayo sobre la alteración del sustrato en la explotación de recursos bivalvos de Garmendia, Yerro, Fawcett y Lizaso; a W. Briton, Bouxin, al trabajo de Castellanos "Cambios bentónicos en la ría de Foz", de Chen con "Aquaculture practices in Taiwan", Cigarría, Manuel Fernando Saiz y Emilio López Benito que realizaron un estudio hidrográfico de la ría de Vigo; M.A. Green, G.G. Waldbusser, S.L. Reilly, K. Emerson y O´Donell sobre mortandad en bivalvos; otros franceses, italianos, estatales y locales como el de J.M. Vieitez (1976) "Ecología de poliquetos y moluscos de la playa de Meira".

Precisamente, el estudio de Navaz sirve para reflejar cómo se se modificó la importancia de las dos playas en cuanto a la producción. El autor situaba en 1942 la producción de la playa de Meira por encima de la de Moaña (Xunqueira) y afirmaba que "el amplio estuario del río de Meira forma una playa con inmejorables condiciones para la producción de berberecho, que se presenta con toda preponderancia" y en otra parte del trabajo decía que "el berberecho se encuentra muy difundido por toda la ría, principalmente se presenta en las playas de Meira y en la de la Guía". En 2011, según los datos estadísticos enviados regularmente por la Cofradía de Moaña a la Consellería de Mar, la producción de berberecho de Meira ni siquiera alcanzó las 3 toneladas.

De las playas destaca que fueron separadas hace años por un relleno que acabó con la isla y que además la zona se vio alterada por la construcción y ampliaciones del puerto pesquero de Meira. Alude a que la presión humana también suele ser citada como una de las grandes responsables de las alteraciones en las biomasas de recursos. Reconoce que en la playa de Meira se han producido alteraciones físicas, como la unión de la isla con Meira o la construcción del espigón para el puerto que han provocado cambios importantes, modificando la dinámica de las corrientes y afectando a las características del sedimento al facilitar la acumulación de los materiales más finos y que el sustrato sea más fangoso en la parte más interna. Señala que muchos autores se refieren precisamente a la composición del sustrato junto a la renovación de las guas, uno de los aspectos más relevantes para la productividad marsiquera. "En el cultivo de bivalvos los factores físicos influyen no solamente el agua del mar, sino el sustrato en el que se encuentran" (CEFAS 1997), "La composición del sustrato y su estabilidad es un parámetro fundamental a considerar durante la selección de una zona adecuada para el cultivo como el berberecho o la almeja" (NACA, 1988), "la almeja fina se acomoda a vivir en suelos de diferente naturaleza, pero la capa de fango no debe sobrepasar de 0,5 a 1 cm" (Navaz, 1942). También alude a un estudio de Bouxin (1936) que hace constar que el peor suelo es el de arena fina o muy fina compacta; de Chen (1976) de que los suelos deben de tener un contenido en arena de no menos del 50%, preferiblemente entre 60 y 85% y no son recomendables los lodosos que tienen un porcentaje de materia orgánica que origina podredumbre. Bouxin recomienda trabajar únicamente los terrenos en los qeu la capa de fango no sobrepase 0,5-1 cm, es decir en los que no se produzca hundimiento ni resbalen al caminar sobre ellos. La adición de áridos, limpiezas y fondos pueden ser enmiendas a estos sedimentos más negativos para el cultivo de bivalvos y alude a trabajos en Canadá con aporte de concha que provoca un incremento de los índices de diversidad y riqueza.