"Presiento que tras la noche vendrá la noche más larga, quiero que no me abandones, amor mío, al alba, al alba".

Al alba, Luis Eduardo Aute

El 16 de abril del año 1937 José Gómez de la Cueva, más conocido como Johán Carballeira, fue trasladado desde la cárcel de la isla de San Simón a la prisión provincial de A Parda, en Pontevedra. Carballeira sabía que aquel era el paso previo a la ejecución de su condena a muerte ordenada por el Consejo de Guerra al que fue sometido el 29 de diciembre de 1936 junto a otros tres vecinos de Bueu. Los cuatro fueron fusilados en la madrugada del 17 de abril, una fecha de la que se están a punto de cumplir 75 años. Antes de abandonar su celda Johán Carballeira tuvo la sangre fría y el tiempo suficiente para escribir unas últimas líneas de despedida dirigidas a la que entonces era su novia, una joven de Bueu llamada Lola Álvarez. Esas palabras estaban escritas en el reverso de una fotografía de la mujer y que Johán Carballeira conservaba consigo. Aquel texto de despedida decía lo siguiente:

"Lolita Lolucha: Conserva esta foto donde escribo cuando falta hora y 1/4 para morir, a las 6 menos 1/4. Morimos a las siete, cuando te despiertes y pienses en mí, seguramente. Cueva".

Éste es un testimonio completamente inédito hasta la fecha y revela la entereza con la que Carballeira, que normalmente firmaba con su apellido Cueva, asume su trágico destino y conoce que en poco más de una hora será fusilado: "Morimos a las siete", una frase cuyo eco resuena como un disparo. El documento saldrá a la luz en el próximo número de la revista Amigos de Johán Carballeira, que se publicará en apenas unos días. Lola Álvarez conservó esa fotografía durante toda su vida y poco antes de fallecer reveló su existencia a unos familiares. "Ela sabía que esas persoas tiñan moi boa relación con nós e dedúcese que o seu interese era que isto trascendese como unha especie de homenaxe a Carballeira", explican desde la asociación, que hasta la semana próxima no presentará publicamente la documentación.

"Auxilio a la rebelión"

Lola Álvarez pertenecía a la familia de los Pico, que poseía un conocido bar en la entonces calle del Príncipe, hoy Eduardo Vincenti. Esta familia le ofreció a Carballeira la posibilidad de huir al extranjero, algo que parece que él rechazó. El antiguo alcalde estuvo escondido durante algún tiempo, hasta que el 15 de septiembre de 1936 fue detenido en Cangas cuando se disponía a coger el barco hacia Vigo junto a su hermano Ángel. Entonces tenía 33 años de edad y la acusación que pesaba sobre él era la de "auxilio a la rebelión" por su apoyo a la República. Un cargo cuanto menos curioso e irónico porque los sublevados eran sus captores y verdugos.

En un primer momento Johán Carballeira estuvo detenido en el calabozo del Concello de Bueu, desde donde luego fue trasladado al penal de San Simón. Antes de acabar el año 1936 varios vecinos de Bueu fueron sometidos a dos consejos del guerra. El primero se celebró el día 20 de diciembre y sobre los encausados pesaba la acusación de "reunión clandestina", por lo que fueron condenados a cadena perpetua.

El segundo consejo de guerra fue el día 29 de diciembre y en él figuraba Johán Carballeira junto al sindicalista Manuel Graña Pouseu y los canteros de A Portela Avelino Chapela Soliño y Manuel Chapela Couso (tío y sobrino). El veredicto fue mucho más cruel que el anterior y todos fueron condenados a muerte.

Franco y el indulto

Ni Carballeira ni sus compañeros pudieron escapar a su destino. La familia materna del escritor y político, los Cueva, era muy conocida y poseía el pazo de Castrelo, en la carretera entre O Valado y Santos Reis. Poco antes de que se ejecutase la sentencia dictada por el consejo de guerra la madre de Carballeira logró entrevistarse en Burgos con Franco para intentar gestionar el indulto para su hijo. Su respuesta parece que fue favorable, pero sólo para quitarse a la mujer de encima porque cuando ella regresó a Bueu se encontró con la noticia de que ya había sido ya fusilado.

Todo indica que el antiguo alcalde de Bueu era consciente de su destino y no confiaba en ningún indulto. En la víspera del traslado a Pontevedra otro preso intentaba animarle, asegurándole que "seguramente" sería indultado. La respuesta de Carballeira no dejaba lugar a dudas: "Lo que tengo que hacer es prepararme para tener valor para morir", tal como se recoge en "Aillados", un trabajo sobre el penal de San Simón durante la Guerra Civil.

Ese presentimiento estaba bien fundado y una vez que fue trasladado a la prisión de Pontevedra no le quedan dudas acerca de su destino. Hasta sabe la hora en la que será ejecutado, tal como se constata en las líneas que escribe en el reverso de la fotografía de Lola Álvarez.

El alba de aquel 17 de abril de 1937 solo presagiaba la llegada de la noche más larga.

El diario perdido de su cautiverio en San Simón

La fotografía con el texto de despedida de Johán Carballeira formaba parte de las pertenencias personales que dejó en la celda antes de morir. Éstas fueron recogidas por un hermano de Lola Álvarez, que a continuación se las entregó a ella. La mujer guardó durante toda su vida esa foto y dedicatoria como un auténtico tesoro y sin hablar de su existencia hasta poco antes de fallecer.

Entre las pertenencias que dejó Carballeira había también un diario que escribió durante su cautiverio en la isla de San Simón, un documento que también habría llegado a manos de la mujer. Pero todo indica que Lola Álvarez decidió en algún momento destruirlo porque temía que se lo descubriesen y ser también represaliada por el régimen de la dictadura, con lo que se perdió un documento de un enorme valor histórico.

La Asociación Amigos de Johán Carballeira muestra su agradecimiento a la familia por entregar ahora la fotografía y la despedida de Johán Carballeira porque "é un testimonio dun valor sentimental e humano incríble". "A través desa foto e desas liñas estábase a despedir da súa moza e de todos os seus coñecidos", subrayan desde la asociación, que el próximo fin de semana presentará un nuevo número de su revista y en el que se incluirá la reproducción de la imagen y del texto.

Éste será quizás el documento estrella de la publicación, pero no será la única sorpresa que se incluirá entre los contenidos. La asociación publicará una carta remitida por la viuda de Ricardo Gómez Buceta "Ricardito", amigo de Carballeira y tesorero del Concello de Bueu, que también sufrió la represión o documentos firmados por el que luego sería alcalde de Bueu, José María Massó.