El grupo municipal del BNG de Bueu, que sustenta al gobierno local, ya no tiene doce integrantes. La edil Laura Ogando pasará a tener la consideración de concejala no adscrita una vez que ya expiró el plazo que le concedió el Consello Nacional del Bloque para que entregase el acta que consiguió en las elecciones del mes de mayo. Ogando rehúso poner a disposición sus credenciales y desde la Secretaría de Organización del BNG optaron por activar la segunda parte del protocolo que se sigue en estos casos, que consiste en el envío de un requerimiento a la Secretaría Municipal del Concello instando a que a todos los efectos la concejala pase a integrar el grupo de no adscritos porque tras la escisión del Encontro Irmandiño renunció a su militancia en el BNG. Este escrito acaba de entrar en el Concello de Bueu y tiene efectos inmediatos, tal como reconocen desde el consistorio. En la próxima sesión plenaria se dará cuenta de la comunicación y de la nueva organización de la corporación.

¿Cuáles son los efectos inmediatos de este cambio? Por el momento sólo tendrá repercusiones a nivel administrativo y económico, ya que el BNG contará con once concejales y las percepciones que cobre Laura Ogando serán ya como edil no adscrita. Los efectos sobre el ejecutivo local por ahora son mínimos ya que Ogando seguirá formando parte del ejecutivo, al menos hasta el próximo 26 de marzo, cuando está previsto que el BNG de Bueu celebre una asamblea para adoptar un posicionamiento al respecto. Ayer mismo el alcalde buenense, Félix Juncal, descartaba retirarle las atribuciones de gobierno a la concejala hasta que la militancia del partido se pronuncie.

El Consello Local del BNG de Bueu se reunió a principios de esta semana con este tema entre los asuntos del orden del día. La dirección local optó por no pronunciarse y convocar a la militancia para que adopte una decisión. Esa asamblea ya está oficialmente convocada y se celebrará el 26 de marzo a las 20.00 horas. Las alternativas que a priori se presentan son básicamente dos: pedir la entrega del acta y la retirada de las atribuciones de gobierno o bien apostar por su continuidad en el grupo de gobierno como concejala no adscrita. Pero entre medias existe un amplio abanico de posibilidades "intermedias". "Poderíase decidir que continúe no executivo, pero saíndo da Xunta de Goberno Local ou retirándolle a súa tenencia de Alcaldía ou a adicación parcial que percibe", explican.

La dirección local nacionalista no presentará a la asamblea una postura oficial y su intención es que sea la propia militancia la que se decante en un sentido u otro. Las fuentes consultadas afirman que en el BNG buenense existen dos corrientes de opinión sobre este asunto. La primera es partidaria de retirar de inmediato las atribuciones de gobierno a Laura Ogando para evitar que el gobierno de Bueu se convierta en un "trampolín" para sus aspiraciones políticas en el Encontro Irmandiño. La segunda de las corrientes prefiere realizar un valoración más sosegada y analizar la actuación de la concejala mes a mes.

Juego de tiempos

Pese a que la situación es cuanto menos curiosa, lo cierto es que el BNG buenense cuenta a su favor con una amplia mayoría absoluta que le permite administrar los tiempos y fomentar una "reflexión serena" a nivel interno. De hecho, es muy probable que en la asamblea del día 26 no se adopte todavía una decisión definitiva. Laura Ogando manifestó públicamente su intención de no convertirse en un "problema" y de dejar su acta si sus compañeros así se lo pedían. Aun en el caso de que la asamblea local opte por solicitar su renuncia y que ella rechace dejar el acta, Félix Juncal podría retirale las atribuciones de gobierno porque es una competencia exclusiva del alcalde y el ejecutivo local seguiría conservando una holgada mayoría absoluta, con once ediles sobre un total de 17. No obstante sí que implicaría una redistribución de las delegaciones y concejalías.