La capilla del pazo de Santa Cruz, en Bueu, tiene ante su entrada un cruceiro con la siguiente inscripción, literal, en su base: "Estas diesiseis cruses mandó acer a su costa el comisario don Fernando de la Rúa Freire, abade desta feligresía. Ano de 1681". Ese Fernando de la Rúa era un antepasado del que unos siglos más tarde se convertiría en presidente de la República de Argentina y las "cruses" a las que hace referencia el texto eran un total de 16 cruceiros que conformaban un vía crucis, con punto de inicio en los alrededores del templo parroquial y con final en Santa Cruz. La inmensa mayoría de ese patrimonio se ha perdido ya sea por el olvido, la despreocupación o directamente por la ignorancia.

El último caso se registró este fin de semana, con el destrozo de uno de los últimos cruceiros que se conservaba y que estaba localizado en el entorno de A Ramorta de Arriba. A pesar de que la cruz que lo coronoba no era la original y estaba fabricada en cemento, era uno de los que mejor se conservaba hasta que en la madrugada del sábado al domingo alguién lo destrozó. La hipótesis más probable es que se trate de una gamberrada y es posible incluso que se utilizase un coche para perpetrarla, un acto que vuelve a poner de manifiesto la escasa sensibilidad y respeto por el patrimonio cultural.

El vía crucis que ordenó construir en 1681 Fernando de la Rúa comenzaba en el entorno de la iglesia de San Martiño, en aquel entonces todavía una basílica de estilo románico. Por ello se supone que el primer cruceiro tenía que estar en los propios alrededores del templo y se cree que el siguiente podría ser el que está ubicado en el Enleito. A partir de ahí se pierde prácticamente el rastro y solo quedan restos dispersos, como algunas basas, algún varal o columna que se utiliza en la actualidad como elemento de un portal de acceso a una finca e incluso una cruz sobre la portalada de un inmueble que antaño fue sede del Concello de Bueu.

El cruceiro mutilado este fin de semana se hallaba situado al lado de los terrenos en los que antiguamente estaba el camposanto municipal, conocido también como cementerio de la Inquisición. Estaba al sur del pazo, pero el vía crucis no se adentraba por el vial interior sino que discurría por el camino exterior ya que incluso se encontraron restos de otro de los 16 cruceiros en el conocido como Bosque da Taberna, justo frente al portal de entrada a la capilla de Santa Cruz.

La situación de este vía crucis no es un hecho aislado y algunos colectivos del municipio, como la Asociación Cultural Santos Reis, lamentan que "estamos perdendo gran cantidade de patrimonio que non se volve a repoñer e parece que non hai sensibilidade por parte de quen corresponda, xa sexa a Igrexa, Patrimonio ou o Concello pola súa recuperación". Ponen como ejemplo lo sucedido hace bastantes años en el lugar de As Meáns, cuando en una noche de San Juan se rompió un cruceiro del lugar. Los restos fueron trasladados a la nave de Obras del Concello, cuando aún estaba en la antigua lonja, y allí permanecieron hasta que desaparecieron. También desapareció el que estaba situado en San Cosme, en el límite entre Cangas y Bueu, al igual que otros dos que estaban en el lugar de A Portela, entre otros.