Mariano Abalo vuelve a encabezar la lista de Alternativa Canguesa de Esquerdas. Sus 34 años en política no le disuaden de hacerlo. Está convencido de que no es un hombre que llegó a la política para “quentar o sillón”. Pide las cabezas de candidatos a alcaldes por el BNG y el PSOE, Clara Millán y Héctor Otero, para retomar un pacto de izquierdas que aleje del poder a la derecha.

-Cuando entraron en el gobierno, ¿sabían que no acabarían el mandato?

-No, de ninguna manera. Nosotros podíamos tener una desconfianza en los socios de gobierno por razones históricas, pero teníamos esperanza de que se pudiera llevar el barco a buen puerto.

-¿Vio algún movimiento extraño cuando una de las concejalías más importantes se ponía en manos del partido minoritario de la coalición de gobierno?

-Hay un poco de todos. Sinceramente, sí que apostamos por el área de urbanismo, nos parecía una cuestión crucial. Por ese motivo aceptamos esa responsabilidad. Si bien es cierto que fue algo que nos vino regalado. Pero estoy de acuerdo en que había una segunda intención en ese nombramiento. Se permitió que ACE tuviera esa área con la insana intención de que fracasáramos, o si fuéramos coherentes, se usurparan las funciones, como así se hizo con posterioridad, para impedir que nuestra política urbanística fuese adelante.

-¿Por qué se rompió el pacto de gobierno?

-Creo que por dignidad. Los acuerdos están para cumplirse. Debieron calcular mal. Pensaron que no íbamos a tener la valentía dar ese paso, que íbamos a consentir la imposición de que se gobernara por decreto, a golpe de alcaldada. Además, ya comprobamos que este era un gobierno de derechas, que no tenía nada de izquierdas, por lo que no nos quedó más remedio que denunciarlo y poner en evidencia que no podíamos seguir en el gobierno. Pero aprovecho para decir que esta política no solo la padeció ACE , la padeció y la sigue padeciendo el PSOE. Es público y notorio que es un ordeno y mando de Clara Millán sobre Héctor Otero, que nosotros por ahí no íbamos a consentir, porque al final pierdes en credibilidad.

-¿Cuál cree que fue el detonante para que la alcaldesa asumiera el área de Urbanismo? Porque los momentos de crispación más duros habían pasado ya con los conflictos generados por Massó y no se habían tomado esas decisiones...

-Creo que esa decisión tiene un calado mayor. Era una apuesta en firme para romper el gobierno. Es una apuesta por lo que es un problema nacional y estatal, una apuesta por una gestión que beneficie a banqueros y a especuladores. Aquí se equivocaron de plano. Pensaron que ACE iba a ser débil y seguimos adelante con nuestras convicciones.

-¿Y con el paso del tiempo no tiene la impresión de que se habló demasiado de Massó y se perdió el horizonte de otras muchas cosas?

-Yo creo que se perdió el horizonte en todo. Para mí el fallo principal está en pretender gobernar al margen de la ciudadanía. O se garantiza la participación ciudadana o de lo contrario un equipo de gobierno está automáticamente muerto.

-¿Cuáles fueron las razones para que ACE le quitara los sueldos a la alcaldesa y a los concejales con dedicación exclusiva?

-La razón para nosotros era dejar claras dos cuestiones: la traición tremenda a los acuerdos del programa de gobierno, tanto del BNG como del PSOE, y por otro lado, que no quedase ningún tipo de duda de que, o se gobierna en una posición de mayoría o de lo contrario era, y sigue siendo un gobierno fraudulento.

-¿No cree que pudo dañar la imagen el tema de los sueldos?

-Seguro que hay sectores de opinión que así lo consideran. Pero aún así seguimos estando dispuestos, porque consideramos que tenemos razón legal y también razón moral. Entendemos que los costes que pueda entrañar esta postura no deben empañar lo que es una postura firme y coherente.

-¿Hay pacto con el PP en la oposición o es una leyenda urbana?

-Es más que una leyenda urbana, es una campaña de desprestigio. Los mismos que pretenden hacer creer eso ocultan la realidad. En el año 1983, el PSOE gobierna con Alianza Popular y en el 1991 el PSOE vuelve a permitir que el PP gobierne con 10 concejales y que en el año 2009 el BNG rompe unilateralmente unos acuerdos de gobierno. Por dar un dato. Todo el mundo sabe que Consultora Galega fue una empresa designada a dedo para elaborar el PXOM por acuerdo entre Clara Millán y Sotelo. Hay que ver los hechos. Todo el mundo sabe que el BNG está más cerca del PP.

-Pero hubo determinados plenos en los que se vio una estrategia conjunta.

-En todos los momentos y en todas las corporaciones se dan cuestiones de coincidencias. El PSOE votó la moción del IBI del PP, el BNG votó la moción contra ACE con el PP. Nosotros con los que vamos a coincidir es con el pueblo de Cangas.

-No lo digo por ustedes, lo digo por todos. ¿No creen que la imagen que se está transmitiendo es la de “todo vale”?

-Si es así, creo que es una equivocación. Si esa práctica sucede sería algo que se debería corregir inmediatamente.

-¿Qué opina cuando le dicen que lleva demasiados años en política?

-Primero que es cierto. Pero lo que hay que medir es la presencia en la vida pública decente y coherente o si se está ahí, como lamentablemente se está ahí como, lamentablemente la mayoría de los políticos, para calentar el sillón o por vivir de la política. Yo ahí tengo la conciencia tranquila.

-¿Qué exigirá ACE para que pueda haber otro pacto de izquierdas?

-Lo fundamental es un programa de izquierdas, que no sea una estafa, como la vez anterior, y que las personas con las que se pueda gobernar sean distintas a Clara Millán y a Otero.

-¿Pediría sus cabezas?

-Es evidente.

-¿Y si ellos piden también la suya, se marcharía?

-Eso lo decidirá la asamblea de ACE. Pero yo particularmente opino que cualquier acuerdo favorecedor para que haya un programa de izquierdas sería muy provechoso para Cangas.

-¿Cree que es factible realizar un Plan Xeral sin que sea un arma arrojadiza de un partido contra otro?

-Sí, por lo menos esa es la utopía que tiene ACE en la cabeza. Creemos que debe haber una política de consenso o como mínimo muy mayoritario. Es necesario que los intereses de partido y de presión económica se pongan por debajo de los intereses de Cangas.