El sueño de los fotógrafos moañeses Jacobo y Damián Gayo por lograr un prestigioso premio Goya de fotografía tendrá que esperar. Y es que este fin de semana, en la segunda gala a la que acudían como nominados y pese a figurar entre los favoritos, se quedaron con la miel en los labios. Al final el vencedor en la categoría de publicidad industrial fue el aragonés José Cruces, por una campaña sobre un producto de Cepsa. Cruces no era uno de los favoritos entre los elegidos para pisar la alfombra roja, aunque sí es cierto que también figuraba entre los nominados en el apartado de libre creación.

Los moañeses, con una vistosa campaña consistente en tres fotografías de los pilotos del equipo de motociclismo de Blusens de la anterior temporada –Tito Rabat, Yonny Hernández y Mashel Al Naimi– con sus motos encima de los tejados de la catedral de Santiago de Compostela, partían entre los principales aspirantes en todos los pronósticos. Pero la decisión del jurado apuntó en otra dirección. "En el momento de escuchar el nombre del ganador nos llevamos una pequeña decepción, porque siempre esperamos tener suerte, por con el paso de las horas comprendimos que solo el hecho de volver a estar nominados –la primera vez fue en 2007– ya es un premio", explica el propio Jacobo Gayo. El trago se pasó mejor con la fiesta posterior en la ciudad de Zaragoza, en donde se celebra esta gala unas semanas antes de su homóloga dedicada al mundo del cine. "Conversamos toda la noche con colegas de profesión y muchos nos decían que nuestra obra era mejor, pero eso es una decisión que dependía del jurado", asume uno de los creadores de la campaña. A los premiados los eligen integrantes de la Federación Española de Profesionales de la Fotografía y la Imagen.

La parte positiva fue la repercusión lograda dentro del mundo publicitario para unos fotógrafos que tienen su estudio en Moaña, denominado [GF]Studio. "En webs de publicidad se habla de nosotros y eso ya lo tenemos ganado. Trataremos de llevarnos el Goya a la tercera", apuntan con humor los fotógrafos.

Eso sí, la realidad no les deja tiempo ni para digerir la gala del domingo, pues ayer ya se encontraban en Madrid realizando una nueva sesión fotográfica.

Plazos

La campaña finalista se creó con un total de 15 fotografías tomadas en tres días de sesión. La campaña se realizó a mediados de 2010 en un estudio de Barcelona y las localizaciones fueron en Santiago. En el intenso trabajo de postproducción los moañeses invirtieron entre 5 y 8 horas de trabajo con cada una de las imágenes.