Una adopción por amor

La historia del burro Felipe estaba predestinada a un final feliz, y así fue. El vecino del barrio moañés de Berducedo, Manuel González "Chiné", se hará cargo de su cuidado y convertirá a este burro fariñeiro acostumbrado al trabajo en una nueva mascota para su familia. Chiné, que trabaja como panadero y es conocido, entre otras cosas, por presidir la Xunta de Montes de Moaña, tomó la decisión por motivos de amor, pues su mujer se encariñó con el animal en cuanto lo vio en los medios de comunicación y el vecino de Berducedo decidió hacerse cargo del mismo a modo de regalo.

Estos argumentos fueron más que suficientes para convencer al resto de candidatos del municipio que participaron en una reunión para decidir el destino final del animal. De los más de 30 candidatos de toda Galicia que se postularon para acoger a Felipe cuatro eran finalmente de Moaña. El edil de Medio Ambiente, Daniel Rodas, los convocó a todos ellos para tratar de buscar las mejores condiciones para el asno. Del resto de candidatos, una vecina tiene relación con el turismo rural, otra cuenta con varios caballos y el tercer interesado también cuida de un caballo.

Manuel González posee cuadras y explica que tuvo caballos toda la vida, "traballei nun cabalo como panadeiro aos 9 anos. Usaba os cabalos para traballar, non para presumir, como fai moita xente". Ahora tendrá a Felipe como nuevo animal de compañía.

En el momento de recoger al asno, que estuvo punto de ser sacrificado tras aparecer envenenado y abandonado cerca de Chan da Arquiña el pasado día 17, su nuevo dueño no tuvo reparos en cepillarlo constantemente mientras se dirigía a la televisión. Después lo cogió por una cuerda y anduvo con él, por la PO-313 abajo, los dos kilómetros que le separaban de su casa. La nueva familia del protagonista de la semana en Moaña, que salvó su vida in extremis, siempre ha tenido animales, y cuenta con un cerdo vietnamita en estos momentos. El panadero se sorprendió del buen estado del burro, "non está flaco, nótase que o cuidan ben", dice. Asimismo, afirma no pensar en el dinero que costará alimentar al animal. "De día poderá pastar nas veigas e pola noite durmirá nunha cuadra que teño", relata. Entre risas asegura que igual se convierte en un reclamo para su bar familiar.

De todas formas, el estado del asno no es todavía bueno del todo, pues aún tiene heridas en las rodillas. Ahora Chiné contactará con un veterinario experto en burros para que lleve a cabo una revisión exhaustiva y determinar sus condiciones.

Mascota de moda

Antes de la avalancha de llamadas, dos familias estuvieron viendo el burro, pero lo descartaron por su gran tamaño. El Concello ha realizado una lista con los más de 30 candidatos para acudir a ellos en caso de que otro asno aparezca abandonado.

Rodas explica que no es extraña la cantidad de personas interesadas. Pues aunque el número de burros fariñeiros haya descendido drásticamente en toda la comunidad en los últimos tiempos, desde la asociación protectora de burros de Allariz, Andrea, cifran en unos 38 los asnos que han repartido a distintas personas que buscan una mascota diferente.