Lío Concello-Portos por la conexión de la lonja

Las desavenencias entre el Concello de Cangas y Portos de Galicia por la canalización de una línea eléctrica soterrada está demorando la inauguración de la nueva lonja, al carecer de suministro. Las críticas de Portos al Concello, al que responsabiliza de impedirles realizar una zanja desde la calle Fomento para conectar el cableado entre ambos transformadores si no presentan un proyecto de obra, fueron respondidas ayer por los representantes municipales, que acusan al ente autonómico de utilizar una doble vara de medir, exigiendo a otras administraciones que presenten un proyecto para autorizar cualquier actuación en terrenos de su competencia, mientras se niegan a hacerlo cuando son ellos los promotores, como en este caso. Y sin proyecto o boceto no hay informes técnicos, como el del arquitecto municipal. "E sen informe, non hai licencia", resumen.

Los problemas para enganchar la nueva lonja están vinculados, además, con la paralización de una línea telefónica en la Avenida de Bueu, a la altura de la gasolinera. La empresa pidió y recibió autorización de la Dirección Xeral de Estradas para levantar la calzada, pero no a Portos, que tiene competencias en el último tramo y paralizó los trabajos a principios de este mes. Desde entonces, las vallas siguen ocupando parte de la calzada, con las consiguientes molestias y peligro para el tráfico. "Que quede ben claro que calquera accidente que se produza no lugar será responsabilidade da Xunta e de Telefónica", advierte la alcaldesa, que reclama a los promotores "o mesmo que a Administración lle esixe a calquera veciño".

Portos pretende que la línea telefónica se canalice a través de la calle Fomento, y no de la PO-551, una posibilidad que el Concello rechaza para evitar que se levante un tramo empedrado de competencia municipal, y se mantiene firme asegurando que no lo va a autorizar. Propone que siga el trazado por la carretera y que la Consellería aproveche para dotarla de una nueva capa de rodadura, tal como se comprometió el conselleiro Agustín Hernández.