La Secretaría Xeral e do Patrimonio de la Xunta de Galicia ha comunicado al Concello de Cangas el inicio de los trámites de reversión del local que ocupa la cooperativa "Loitamar" y que es su sede social, en la primera planta del edificio de la calle República de Cuba –junto a la casa consistorial– que también alberga las oficinas de la cofradía de pescadores San José. El departamento adscrito a la Consellería de Facenda "tivo coñecemento de que o referido inmoble está sendo ocupado por un terceiro, Loitamar Sociedade Cooperativa Galega", y el uso que se le está dando es distinto al que justificó la cesión, por lo que solicita al Concello un informe donde se explique por qué está siendo ocupado por una sociedad mercantil y dedicado a fines distintos a los estipulados, antes de continuar con la tramitación del expediente.

Recibo de la basura

A través de la secretaria xeral e do Patrimonio, Rosa María Pedrosa, la Consellería de Facenda da a entender que se enteró de este uso de forma casual, al llegarle un recibo de la tasa de recogida de la basura –que le fue remitido por la jefatura provincial de la Consellería de Medio Rural– correspondiente al primer semestre de 2010 relativo a dicho inmueble y constatar que lo está ocupando Loitamar. En todo caso, "non é a Comunidade Autónoma, senón ese Concello o que ten que facerse cargo dos gastos correspondentes a ese local", puntualiza, ya que el decreto de cesión especifica que correrán a cuenta del cesionario los gastos de conservación y mantenimiento del inmueble que se cedió, los gastos por los servicios que se individualicen mediante aparatos contadores y las cuotas de los tributos que puedan gravar el inmueble.

Al margen del pago de los recibos por los diferentes servicios, el escrito de la Xunta acaba advirtiendo que la Lei do Patrimonio da Comunidade Autónoma de Galicia establece "a resolución da cesión e a reversión dos bens cedidos" a la Xunta, cuando estos no se apliquen al fin señalado en el plazo inicialmente fijado o dejasen de estarlo con posterioridad, como es el caso.

Fin de la cesión

La primera planta del edificio perteneciente a la extinta Cámara Agraria Local de Cangas fue cedida por la Xunta al Concello hace 11 años, por decreto del 23 de setiembre de 1999, y poco después el Concello, gobernado entonces por el PP y con José Enrique Sotelo en la Alcaldía, lo dejó en manos de la cooperativa Loitamar, creada tras el cierre del caladero canario-sahariano con el fin de buscar una alternativa de empleo en la acuicultura. Formada inicialmente por 42 socios, de los cuales 22 participaban activamente en los primeros años, el local de la calle República de Cuba les sirvió inicialmente para construir muchas de las 536 jaulas en las que se cría el rodaballo en el polígono de Queixeira, en Domaio (Moaña). La Xunta entiende que existe un fin comercial que ya no justifica la cesión.