El gobierno local de Moaña tiene la intención de llevar a rajatabla el plan de saneamiento aprobado con el objetivo de sanar la maltrecha tesorería municipal en el horizonte de 2015. Para ello empezará a aplicar en 2011 una nueva ordenanza fiscal, que ya venía recogida en el plan aprobado hace un año. En virtud de esta normativa el Concello pretende recaudar unos 100.000 euros anuales mediante una tasa por el aprovechamiento especial de del dominio público por parte de empresas prestadoras de servicios de telefonía móvil.

Así, deberán abonar esta tasa las compañías que cuenten con antenas de telefonía en el municipio, y la cantidad que deberá pagar cada una de ellas se basará en la liquidación de estas empresas el año anterior. El edil de Facenda, Arturo González, asegura que se trata de un sistema de cálculo establecida por el Gobierno central para una normativa novedosa que se empieza a aplicar poco a poco en algunos ayuntamientos de todo el Estado.

Esta normativa será sometida a la votación del pleno de la corporación el próximo jueves 4 de noviembre.

Esta partida ayudará al gobierno local a cuadrar los presupuesto para el año 2011, y que pretende aprobar en el pleno de finales de noviembre. Se tratará de unas cuentas que no deberán superar los 8 millones de euros, de acuerdo con el plan de saneamiento y que el Concello pretende tener listas antes de la entrada en vigor del nuevo ejercicio, toda vez que en 2010 no se han conseguido cuadrar las cuentas tras los continuos recortes de los ingresos provenientes de otras administraciones y el Concello está trabajando con las cuentas del año anterior prorrogadas.

PXOM

Ayer la junta de portavoces aprobó el orden del día del pleno aplazado al 4 de noviembre, en el que también se aprobará, si procede, la modificación de la ordenanza de venta ambulante, o el nomenclátor oficial de las calles de la parroquia de Meira.

Pero el otro punto fuerte será la aprobación de las modificaciones del PXOM solicitadas por Patrimonio y la ratificación de los convenios urbanísticos. Este es el paso previo antes de que la Dirección Xeral de Urbanismo pueda realizar la valoración final del plan.