Las clases de informática de la Rede de Dinamización da Sociedade da Información, que a partir de este otoño pasa a llamarse Centros para la Modernización e Inclusión Tecnológica, corren en Moaña serio peligro de desaparecer. De hecho, ya es seguro que no se retomarán, como mínimo, hasta finales de año. Y es que la fundación encargada de gestionar el servicio autonómico comunicó en agosto al Concello que el local actual no es apto para este tipo de actividades al no alcanzar la superficie mínima de 80 metros cuadrados. El espacio, situado en O Rosal, tiene unos 40 metros cuadrados de superficie útil para las clases y alrededor de 60 metros en total.

En este sentido, desde la Xunta requieren al Concello la búsqueda de un nuevo local con una ubicación céntrica y fácilmente accesible. El alcalde, Xosé Manuel Millán, recuerda que el servicio lleva tres años llevándose a cabo en dicha sala sin ningún tipo de problema. "Trátase dun espazo equipado. Non podemos atopar un novo local para este servizo, o lóxico é validar o xa existente", defiende.

Desde la Secretaría Xeral de Modernización e Innovación Tecnolóxica se comprometieron a enviar unos técnicos que visiten el espacio para informar sobre su idoneidad. Eso sí, aunque los informes sean favorables el retraso generado no permitirá retomar el servicio suspendido en verano hasta final de año. "Tiñamos pensado reabrilo en setembro, pero aínda temos que saber se o local é apto, asinar o protocolo de adhesión, o convenio correspondente, e iniciar os trámites de contratación dun monitor", indica Millán.

El alcalde recuerda que el 18 de mayo el Concello se dirigió a la Xunta para dejar constancia de que tenían previsto adherirse al nuevos convenio de este servicio de clases de informática en busca de la llamada alfabetización digital. Esta decisión se adoptó pese a que las nuevas condiciones son menos ventajosas para los Concellos, que además de abonar los gastos del alquiler y mantenimiento del local, tendrán que contratar al personal, que pasará a ser municipal, y abonar hasta un 20% de su salario, unos 6.000 euros más al año.

Unas 400 personas se han anotado en estas clases en Moaña desde que arrancó el servicio en 2007.