Catorce años y medio de prisión. Esta es la pena que solicita el Ministerio Fiscal para cada uno de los dos vecinos de Moaña acusados de atracar a punta de pistola y con apenas dos horas de diferencia sendas oficinas bancarias situadas en esta localidad de O Morrazo y en Marín.

Según la versión que defendió ayer el Ministerio Público durante el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Pontevedra, Óscar Pires Currás y Jorge Ives del Ojo López, sustrajeron el 16 de octubre de 2007 de madrugada un Fiat 1 de color rojo en Marín, coche que emplearían el siguiente día para perpetrar los atracos. El fiscal sostiene que ambos se dirigieron en este vehículo a la sucursal del Banesto en Moaña al día siguiente y, poco antes de las diez de la mañana, entraron en la oficina bancaria y, mientras uno de ellos empuñaba una pistola amedrentando a los empleados, otro revolvía distintos cajones del establecimiento aunque sólo lograron apoderarse de dos billetes de cinco euros que estaban fuera del dispensador por ser defectuosos.

Después, supuestamente, huyeron en el vehículo hacia Marín en donde sobre las once y cuarto de la mañana de ese 17 de octubre repitieron la operación en el Banco Pastor de Cantodarea, haciéndose con un botín de 560 euros. Las defensas, por su parte, solicitan la libre absolución por falta de pruebas.

Durante la vista oral prestaron declaración los empleados y clientes de las entidades bancarias atracadas. La directora de la sucursal de Moaña explicó que, aunque los dos atracadores iban con la cara tapada, pudo reconocer a Jorge Ives del Ojo López como uno de ellos (el que no portaba el arma) ya que era cliente habitual del banco.

Pistola en mano

El director de la oficina del Pastor de Marín no fue capaz de identificar a los dos acusados como los atracadores pese a actuaron con la cara descubierta. Sí lo hizo una clienta a la que el atraco la sorprendió en el interior del local. Es militar de profesión y por eso pudo precisar que la pistola que portaba uno de ellos “parecía una 9 milímetros”. Una clienta que se encontraba embarazada de seis meses cuando sufrió este atraco. En cualquier caso, ambos señalaron que los dos atracadores no emplearon “una violencia excesiva” en su acción. “Estaban nerviosos, parecía más bien que tuvieran el mono y no que fueran atracadores profesionales”, explicaron.

Los dos acusados se negaron a prestar declaración, sólo uno de ellos, Jorge Ives del Ojo, hizo uso de su turno de última palabra para asegurar que es inocente.

Dos policías nacionales de Pontevedra también prestaron declaración como testigos. Según explicaron al tribunal, ambos estaban en Marín realizando otra gestión cuando observaron a dos personas apoyadas contra un coche muy cerca de la entidad bancaria. Se fijaron en ellos por su vestimenta ya que “estaban muy tapados y, sin embargo, hacía una mañana de sol”. Sin embargo, pensaron que podrían ser trabajadores de una obra cercana. A los pocos minutos estos agentes escucharon el comunicado de que habían atracado la sucursal y, como estaban muy cerca, se dirigieron hacia el lugar de los hechos.

Cuando estos policías llegaron a la sucursal los dos atracadores ya habían huido. No obstante, al observar las imágenes de la cámara de seguridad del banco identificaron a los asaltantes como las dos personas que habían visto anteriormente apoyados contra un coche. Los reconocieron por la vestimenta, ya que los “rasgos de la cara no se apreciaban” en el fotograma extraído de la grabación.

De inmediato, se aisló el coche en el que supuestamente se habían apoyado y de allí se extrajeron varias huellas dactilares, una de Óscar Pires.