Butch Cassidy y Sundance Kid fueron dos famosos forajidos americanos que supuestamente acabaron sus días en Bolivia, en noviembre de 1908 durante un tiroteo con el ejercito boliviano. Su historia fue el trasfondo ideal para una de esas películas inolvidables de la historia del cine, "Dos hombres y un destino", dirigida en 1969 por George Roy Hill e interpretada por Paul Newman y Robert Redford. Y estos dos bandidos han servido también de inspiración al guionista Miguel Barros, que firma el texto de una nueva película que se acaba de rodar en el país sudamericano bajo la dirección de Mateo Gil y con Sam Shepard y Eduardo Noriega como protagonistas. En realidad, el autor coge sólo la figura de Cassidy y crea una historia en la que el forajido sobrevive a ese asalto. Miguel Barros escribió este guión en Galicia y más concretamente en su casa de Cabo Udra, donde reside desde hace años este vecino de Bueu de adopción.

El germen de este guión cinematográfico se remonta al año 2005, cuando Miguel Barros se encontraba en Bolivia rodando un documental acerca de la insurrección índigena y Evo Morales, que entonces aún no era presidente. Era un trabajo con pocos medios y que decidió abandonar cuando esperando a ser recibido por el propio Morales coincidió con otro afamado director español que estaba realizando el mismo trabajo. "Él tenía más medios y decidí abandonar el proyecto", recuerda Barros. Pero aquellos meses en Bolivia no fueron ni mucho menos en vano. "Es un país olvidado para los europeos, pero allí murieron dos grandes mitos del siglo XX: Butch Cassidy y el Che Guevara", explica el guionista. De hecho, durante esa estancia alquiló caballos y realizó el recorrido entre las dos ciudades en las que murieron, San Vicente y La Higuera. Fue un viaje de varios días y "en el que casi te sentías como un auténtico vaquero".

Investigación

Al regresar a Madrid y a Bueu comenzó a investigar acerca de la figura de Butch Cassidy y sobre las distintas versiones que circulan acerca de su muerte. "Hay libros y testimonios de personas que aseguran haberle visto veinte años después su supuesta muerte. Hay algunos que son claramente irreales, pero hay otros que parecen mucho más verosímiles y con conjeturas que parecían lógicas", continua explicando Barros. Uno de esos libros es "Butch Cassidy, mi hermano", escrito por la hermana del forajido, Lula Parker [el verdadero nombre de él era Robert LeRoy Parker]. En el mismo ofrece detalles de una supuesta reunión familiar acontecida en 1925. Miguel Barros recuerda que se llegó a organizar durante la década de 1990 una expedición formada por historiadores y antropólogos y que exhumó las tumbas en las que supuestamente fueron enterrados Cassidy y Sundance Kid. Pero las pruebas de ADN revelaron que no eran ellos.

Con estos antecedentes, el guionista afincado en Bueu desarrolló su historia, un texto que escribió en Cabo Udra y en un tiempo absolutamente récord. "Lo hice en dos o tres semanas, cuando lo normal es que te lleve un año", cuenta Barros. El punto de partida del mismo es que Butch Cassidy sigue vivo bajo el nombre de James Blackthorn y veinte años después de su supuesta muerte se dedica a criar caballos en un pueblecito de Bolivia. Después todo ese tiempo, el antiguo forajido, que está interpretado por Sam Shepard, quiere emprender su viaje de regreso a casa, en el estado americano de Utah.

Barros enseñó su trabajo al director y guionista Mateo Gil, colaborador habitual de Alejandro Amenábar, ganador de tres premios Goya y amigo suyo desde hace años. "Le gustó mucho y después de que se le cayese un proyecto comenzó a moverlo y a enseñárselo a más gente, como a Eduardo Noriega", explica Barros. A partir de ese momento comienza a moverse todo el largo engranaje del mundo del cine, con la búsqueda de productora, financiación... y que se prolongó hasta el pasado 2009. Gil estuvo en Cabo Udra trabajando con Barros sobre el guión y suya fue la idea del título de la película. "No teníamos un nombre y un día tomando algo en la cervecería O Farol de Bueu vio un grifo muy bonito de sidra, cuya marca era Blackthorn, que significa espina negra, y propuso ese título", descubre el guionista.

Un nombre mítico

Una de las cosas que Mateo Gil y Miguel Barros tenían muy clara era que el actor protagonista tenía que ser americano. El primer nombre que surgió fue el de Nick Nolte y los contactos iniciales fueron buenos, pero debido a una serie de problemas con los intermediarios se cambió el plan inicial y se puso encima de la mesa el nombre de Sam Shepard, otra figura mítica. Reputado autor teatral, guionista, actor, director, escritor y con una larga serie de premios: el Pulitzer en 1979, Palma de Oro en Cannes en 1984 por el guión de "Paris, Texas", nominado al Oscar por "Elegidos para la gloria"... Lleva más de treinta años junto a Jessica Lange y Miguel Barros tiene claro que "es el mejor autor americano de teatro vivo". Shepard recibió el guión y se quedó enganchado. "Es todo un honor que a alguien de su categoría le haya gustado algo escrito por mí; con eso me siento satisfecho y pagado", cuenta divertido Barros.

Tanto le gustó el texto que Sam Shepard aceptó todas las condiciones y a los quince días de su "sí" Mateo Gil ya estaba con él en Nueva York repasando el guión. El resto del elenco lo componen el propio Eduardo Noriega, el irlandés Sthephen Rea ("V de Vendetta", "Michael Collins" o "Juego de lágrimas") y la peruana Magaly Solier (protagonista de "La teta asustada", ganadora del último Oscar como mejor película en habla no inglesa).

Mateo Gil y Miguel Barros realizaron varios viajes a Bolivia para elegir las localizaciones y el rodaje comenzó en el mes de abril, prolongándose durante nueve semanas. "Fue un trabajo duro para todos porque rodamos a una altitud media de 3.000 o 4.000 metros, con los lógicos problemas de mal de altura, y en unas condiciones climáticas muy variables, pasando de un sol tropical a un frío polar. Pero al mismo tiempo fue muy divertido", recuerda ahora Barros. La situación de Bolivia, con ausencia de infraestructuras, también supuso un reto que fue superado con éxito. A modo de anécdota quedan las intoxicaciones alimentarias que sufrieron casi todos los miembros del equipo.

Barros, que se encargó de dirigir la segunda unidad de rodaje, sólo habla maravillas de los actores del reparto y ensalza a Sam Shepard. "Fue estupendo y maravilloso. Es exigente, pero no es un divo y es una persona cercana, generosa y simpática". El guionista elude dar demasiados detalles sobre una película que en los próximos días comenzará el proceso de montaje. "Me apetecía escribir una película de vaqueros y se trata de una historia sencilla, de personajes. El protagonista recupera un espíritu que creía perdido y quiere regresar a su casa en Utah para morir allí, encontrándose por el camino con un ingeniero español", explica.

Historia independiente

La historia de Butch Cassidy está inevitablemente asociada a "Dos hombres y un destino". Sin embargo, Barros precisa que "no la tuve en cuenta a la hora de realizar el guión porque para bien o para mal esa película es insuperable". Añade que "lo que yo hago es recuperar una figura histórica y jugar con ella; "Blackthorn" no es una revisión, ni un remake ni una segunda parte del film de George Roy Hill". De hecho, muestra claramente su preferencia por "Grupo salvaje", de Sam Peckinpah, que curiosamente fue rodada el mismo año y por ello su director cambió los nombres a los personajes y las localizaciones.

El presupuesto de la película asciende a 5 millones de euros y el estreno será a lo largo de 2011. El guionista afincado en Bueu ya presentó algunos de sus anteriores proyectos en la villa buenense y en esta ocasión también quiere realizar alguna actividad especial, como algún pase o un coloquio.