La ampliación y la nueva cara del Museo Massó de Bueu poco a poco comienzan a ser una realidad. Las dos casas anexas al recinto, que constituyen uno de los mejores ejemplos de la arquitectura marinera, han cambiado radicalmente de aspecto con los trabajos de acondicionamiento que ha realizado durante los últimos meses la Xunta de Galicia. Fueron unas obras casi de urgencia y que se adelantaron al propio proyecto de ampliación debido al estado en el que se encontraban los inmuebles: problemas de humedades, goteras y unas cubiertas con serio riesgo de desplome. Al mismo tiempo, el contenido museístico de las instalaciones también va cobrando forma y a principios de la última semana el arquitecto encargado del diseño, Manuel Gallego Jorreto, estuvo de nuevo en Bueu para perfilar detalles con la directora del museo marinero y recabar su criterio.

La nueva responsable del recinto, Covadonga López de Prado Nistal, avanza que la futura ampliación prestará una atención especial a la propia fábrica de los Massó, que hasta ahora se ha visto un tanto desplazada por la colección. El proyecto presentado el pasado mes de febrero por Manuel Gallego incluía la creación de siete salas y sus contenidos ya empiezan a estar definidos. En la planta baja estarán dos: La primera dedicada a las embarcaciones tradicionales en la pesca de la sardina y a la evolución que experimentaron desde la original lancha xeiteira, mientras que la segunda de las estancias se centrará en la industria de la salazón y en los fomentadores catalanes, como los propios Massó.

El resto de salas se distribuirán en el piso superior y la principal estará dedicada a la factoría Massó. En ella, el visitante podrá ver como se creó la fabrica, su evolución histórica, la producción y aspectos relacionados con el trabajo. La siguiente de las dependencias será el "gabinete del coleccionista", en la que se explicará como se fueron formando las distintas colecciones de los Massó (libros, monedas, malacología) y a continuación habrá otra sala con material fotográfico sobre la familia Massó, intentando realizar un árbol genealógico. El recorrido se completaría con un espacio temático para la caza de la ballena y otro centrado en en el papel fundamental de la mujer en las economías pesqueras.

El adelanto a todo esto es la recuperación de las dos casas anexas al Museo Massó. Se trata de una actuación provisional ya que la rehabilitación definitiva vendrá de la mano de la ampliación. Los trabajos en el primero de los inmuebles se completaron hace un mes y allí se habilitó provisionalmente un nuevo despacho para la dirección y otra estancia para la bibliotecaria y para consulta de fondos. Ahora también han concluido las reformas en el otro inmueble, en cuya planta baja se encontraba el antiguo economato.

El piso superior se utilizará de momento como un almacén y mientras duraron estos trabajos se encontraron incluso fondos que están todavía sin inventariar, por lo que ahora se están registrando e incluso fotografiando. En su techo se pueden ver todavía los numerosos agujeros provocados por el agua y a través de los que entraba en estas instalaciones. Se trata de una estancia de grandes dimensiones y en esta actuación provisional se procedió a realizar una limpieza a fondo, al arreglo de la parte trasera, a colocar una cubierta provisional de uralita en el frontal del inmueble y a limpiar por completo su fachada.