El Estado compró a Caixa Galicia en 2007 por 8,5 millones de euros la isla de Sálvora para incorporarla al Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas. La entidad bancaria la había aquirido meses antes a su propietario, Francisco de Borja Otero Zuleta, marqués de Revilla, y el suelo se pagó, según los herededros del último propietario particular de Ons, a 4 euros el metro cuadrado. Pero Ons, sin embargo, no vale para la administración lo mismo que Sálvora, que fue valorada en un informe realizado por la empresa pública Tragsa, en 7 millones de euros. Es lo que no comprende Manuel Riobó, médico en Vigo y bisnieto del último propietario de la isla, Manuel Riobó Guimeráns, hasta que en 1942 Franco la expropió para crear una base militar. La expropiación se realizó a la sociedad "Isla de Ons S.L.", como así figuraba la propiedad, y fue esta misma sociedad la que años más tarde planteó el derecho de reversión al no haberse destinado la isla a los fines expropiados, es decir militares.

La familia Riobó, integrada por cuatro partes, y de la que Manuel Riobó es portavoz, inició así un largo proceso judicial que se remonta a más de una década y que tendrá pronto solución, a lo más tardar en un año, con el fallo del Tribunal Supremo de Justicia al último recurso de casación que han presentado los afectados. El abogado de la familia, Calixto Escariz, recuerda que hace 7-8 años, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dio la razón a la familia para ejercer el derecho de reversión, sino con la propiedad porque la isla ya había pasado a formar parte del Parque Natural, con una compensación económica. La magistrada entonces, Margarita Robles, establecía que lo que podían percibir los propietarios sería sólo el 5% del valor de la isla, que es lo que se denomina valor de afección o "cariño": en una expropiación se paga el valor real y un 5% más como compensación.

El Estado empezó a trabajar en la valoración de la isla y encargó a la empresa pública Tragsa que elaborara un informe en este sentido. En 2008, Tragsa valoró la isla en 7 millones de euros, por lo que el precio a pagar a la familia Riobó sería el 5% de esa cantidad, 350.000 euros (60 millones de las antiguas pesetas).

La familia considera que se trata de un precio bajo, teniendo en cuenta curiosidades del informe que valoró el suelo como "pastizal de secano, con el precio más bajo de la provincia". Manuel Riobó no entiende tampoco que el informe concluya que la isla de Ons tiene menos precio que Sálvora porque alega que no tiene la riqueza marisquera de aquella, sobre todo en percebe, asegura Riobó.

Contra esa valoración la familia recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, qeu hace seis meses dictaminó a favor del Estado y ratificó el valor de los 7 millones de euros. No por ello, la familia dejó de luchar y presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, cuya sentencia será definitiva, según el abogado Calixto Escariz. La familia pide 10 veces más que el valor de tasación del Estado. El letrado estima que la sentencia podría tardar un año, pero cuando salga, el estado tendrá tres meses para pagar, ya sean los 350.000 euros más los intereses como otro valor más superior.