Cerca de 200 embarcaciones en el mar y casi 300 personas en tierra secundaron ayer el paro convocado por la Cofradía de Cangas en la flota de bajura de la ría de Vigo para rechazar la construcción del puerto deportivo en Massó. La protesta estuvo apoyada por más de una decena de cofradías y cerraron todas las lonjas en la ría, salvo la de Vigo, que registró, según confirman en estas dependencias, 131 toneladas de descarga de pescado, cifra superior a la de un viernes habitual, en torno a las 70-80 toneladas. Estuvieron cerradas A Guarda, Baiona -sólo cogió servicios mínimos de pescado para la subasta de hoy en Panxón-, Canido -está en obras-, Redondela, Arcade, Moaña y Cangas. Fuera de la ría, hubo cofradías que apoyaron con cierres de media hora, como Bueu, Vilaxoán, Raxó, Aldán, Cedeira, Portonovo y Cambados.

La protesta contó con la presencia de los presidentes de la Federación de Pontevedra y de la Federación Gallega de cabildos. El patrón mayor de la Cofradía San José de Cangas, Evaristo Fernández, considera que el paro de la flota de bajura en la Ría de Vigo “fue total” y que las más de 380 embarcaciones de marisqueo que faenan en la zona estuvieron amarradas o reunidas frente a Massó. Fernández también muestra su satisfacción ante los resultados de la protesta y espera que este sea el último paso para alcanzar la paralización definitiva en la construcción del puerto deportivo. “Están facendo peligrar os nosos platos de comida”, explica el patrón mayor, quien advierte de que, en el caso de que la concentración de ayer no alcance los resultados esperados, impedirán el avance de las obras “sentándonos coas nosas familias día e noite na zona”, explica.

El acto comenzó a las once de la mañana con cerca de 200 embarcaciones de bajura concentradas en las inmediaciones del muelle de Massó. Más alejadas, en la zona de las bateas, permanecieron decenas de lanchas de bajura condicionadas por la escasa visibilildad producida por la niebla. En el bateeiro “Ensenada de Moaña” viajaban algunos representantes de once cofradías y también dos representantes de la corporación municipal, Mariano Abalo y Begoña Pérez, además de los diputados del BNG Teresa Táboas y Bieito Lobeira. Estos últimos fueron increpados por varios de los asistentes a la concentración que los acusaron de hacer “política de maletín”. También algunas de las naves que se concentraron en Massó portaban pancartas solicitando la dimisión de la alcaldesa Clara Millán. Sus compañeros de partido quisieron dejar patente la oposición del grupo a la construcción del puerto deportivo. “Nós sempre demandamos que estas xestións deben ser competencia de Galiza e non da Autoridade Portuaria nin do Ministerio”, explica Teresa Táboas. A este respecto, Bieito Lobeira añadió que, pese a la oposición de la alcaldesa a las obras “non estaba en mans do Concello de Cangas paralizalas”. En cuanto a las críticas que recibieron por algunos de los presentes en la concentración, Lobeira explicó que proceden de sectores con “clara obsesión anti BNG” y añadió que su posición “está moi clara”.

Huevos al Concello

Más tarde, parte del grupo de embarcaciones se trasladó hasta la zona de Rodeira para tocar sus bocinas frente al Concello, al que siguen culpando de no haber defendido los intereses de los marineros. En torno al mediodía, las embarcaciones volvieron al muelle de Massó de donde partió a pie un grupo de unas cien personas hacia el Concello. Una delegación, entre los que se encontraba el presidente de los “navalleiros”, Fernando Broullón, intentó entrevistarse con la alcaldesa, que no se encontraba en las dependencias. Los manifestantes pidieron a gritos la dimisión de Millán y advirtieron de que podría realizarse un nuevo encierro. La concentración finalizó con un lanzamiento de huevos por parte de algunos de los presentes hacia la fachada del consistorio.

Respecto al comercio, todo funcionó con regularidad en un día de mercadillo en Cangas y abrió la mayoría de los establecimientos. La Cofradía había pedido sólo apoyos voluntarios.