A Festa da Costeleta é algo máis que unha festa gastronómica ó uso. É unha auténtica homenaxe ó mundo dos nosos maiores, ós devanceiros, a tódolos homes e mulleres que perviven en nós". Con estas palabras y haciendo referencia a la antigua faceta labriega de Moaña, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, dio el pistoletazo de salida a la XV Festa da Costeleta de Moaña, que congregó a miles de personas -5.000 según la organización- en la explanada de A Xunqueira.

El evento tuvo que colgar el cartel de no hay existencias a las 16 horas, apenas cuatro después de haber comenzado. Alrededor de 700 chuletas, otros tantos criollos, 60 empanadas, vino y el resto de los productos a la venta se agotaron ante la gran demanda existente. "Estamos muy satisfechos por el resultado, tanto por la asistencia de la gente como por las ventas. Incluso acompañó el buen tiempo", asegura el responsable de la organización, José Pastoriza.

Pero costilleta no fue lo único que ofreció una Festa con un amplio programa paralelo. El moañés Yosi Fervenza y el asturiano Esteban Muñiz -ambos del equipo Monte Areo- protagonizaron la exhibición de corte de troncos primero con un tronco vertical y luego con un pequeño circuito. El local fue el vencedor del desafío y aseguró al final del espectáculo que "esto es más cuestión de técnica y de fondo físico que de fuerza". Ya por la tarde, la exhibición consistió en tallar con motosierra unas sillas y una figura.

Los caballos también fueron protagonistas. Más de treinta equinos se pasearon con sus respectivos jinetes por las inmediaciones de la playa, haciendo las delicias de los visitantes, especialmente de los más pequeños. Y junto a ellos los múltiples puestos del mercadillo que ofrecían alimentos, ropa, artesanía y otros productos.

La anécdota de la jornada corrió a cargo de José del Río Vieites, "Caeiro", que iba a ser homenajeado. La humildad del considerado como último labrador de Moaña le impidió salir al estrado a recoger una placa y fue su hija la que lo hizo diez minutos después.