Este gran amor despierta en mí deseos de seguir trabajando a favor de esta villa. Y también de continuar dando a conocer Bueu entre el turismo escandinavo para que la gente de Suecia venga a disfrutar de este sitio y a enamorarse de esta parte de O Morrazo". Estas fueron las primeras palabras que pronunció el profesor y antropólogo sueco Staffan Mörling tras ser nombrado por la corporación de Bueu como hijo adoptivo de la localidad.

La jornada del homenaje comenzó con la celebración de un pleno extraordinario y en el que todos los grupos políticos votaron de manera unánime para conceder esta distinción a Mörling. Al final los corporativos y el público del salón de plenos se levantaron para rendir un sentido aplauso a la figura de este entrañable vecino de Bueu de marcado acento extranjero. La alcaldesa y presidenta de la corporación, Elena Estévez, procedió a imponerle la insignia del Concello de Bueu y a felicitarlo en nombre del ayuntamiento. Entre el público estaba la conselleira de Pesca, Carmen Gallego; representantes de la Federación Galega pola Cultura Marítima e Fluvial y diversos mandos de la Escuela Naval de Marín.

A continuación el acto se trasladó al Centro Social do Mar, donde el antropólogo recibió los mayores elogios de la tarde y también las mayores muestras de cariño por parte de los vecinos de Bueu. La encargada de conducir esta segunda parte fue la propia Carmen Gallego, que definió al nuevo hijo adoptivo de Bueu como "un marinero de los saberes" y resaltó el trabajo y esfuerzo que dedicó durante las últimas décadas a la recuperación de las embarcaciones tradicionales gallegas. Algo parecido hizo el presidente del Consello da Cultura Galega, Alfonso Zulueta, quien además de destacar su labor investigadora puso especial énfasis en "su humanidad, cariño y respeto por los demás".

En nombre de la Federación Galega pola Cultura Marítima e Fluvial intervino Dionisio Pereira, que definió a Mörling no como un erudito sino "como una persona comprometida con los hábitos y con la cultura de su país de adopción". Por su parte, el catedrático de la Universidad de A Coruña alabó su "rigor científico, su compromiso y la objetividad de sus publicaciones". Uno de los principales culpables de la llegada a Galicia del antropólogo sueco es el arquitecto César Portela, que se refirió a su amigo "como ese nuestro paisano con un nombre un poco raro" y que recordó "lo insólito quera era en los 60 que un extranjero se viniese a Galicia cuando los gallegos estábamos emigrando". El último en intervenir fue el director de la Escuela Naval de Marín y antiguo alumno suyo, Francisco Javier Franco Suances, quien en tono divertido explicó a los presentes cómo era Staffan Mörling en su papel de profesor de inglés.