La comarca acumula 700 toneladas de basura y busca medios de almacenaje
G.M.P. / O MORRAZO
Los efectos de la huelga de transportistas se acentúa con el paso de los días, y la acumulación de basuras amenaza con convertirse en un problema de salud pública en O Morrazo. La planta de A Portela acoge ya en torno a 500 toneladas de residuos y su capacidad ha llegado al límite, según han denunciado los propios trabajadores, que realizan su labor en condiciones "extremas". Además, otras 200 toneladas se reparten por las calles, sobre todo en el rural y en la periferia urbana. Ayer actuaron varios camiones para recoger la basura de los principales núcleos de Cangas, Moaña y Bueu, aunque lo que se recoge diariamente (unas 25 toneladas) representa en torno a un tercio de lo que se produce, según fuentes municipales. Cada día la basura acumulada aumenta en 50 toneladas, y los concellos buscan alternativas, entre las que se baraja habilitar vertederos provisionales hasta que se retome el transporte a la planta de Sogama en Cerceda.
La incapacidad de la planta para acoger más residuos obliga a la empresa Aymasa a limitar de forma importante la recogida desde el pasado viernes. Los operarios acuden a sus puestos de trabajo, pero pasan la mayor parte del tiempo estibando la basura acumulada en A Portela, tanto en el interior como en el exterior. Piden más contenedores o vertederos provisionales para paliarlo. Representantes de la plantilla y de la empresa adjudicataria se reunieron ayer y mostraron su preocupación por esta situación, que reconocen ajena a las partes, pero repercute en las condiciones sanitarias de su labor, de las que alguien debe responsabilizarse.
Asimismo, alertan de que, una vez solucionado el conflicto, deberán pasar al menos dos semanas para que se normalice la situación. Los trabajadores se verán obligados a redoblar sus esfuerzos y Sogama tendrá problemas para asumir todos los residuos acumulados. Reclaman "sentido común" para limitar el depósito de basuras en las calles.
Los concejales de Servizos de Cangas y Moaña, Pío Millán y Manuel Malvido, abogan por una solución inmediata a la huelga que permita normalizar la situación.
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