Desde siglos es sabido que es el mejor amigo del ser humano. En los últimos años, se habla de que puede llegar a ser el más ágil. Podrá comprobarse mañana en las pistas de futbito de Samertolaméu, en Moaña, que acogerán a partir de las 10.30 horas una prueba puntuable para el Campeonato de España de Agility.

La actividad mide la obediencia, inteligencia y agilidad de los canes, así como su grado de compenetración con sus amos. Los encargados de organizar el evento son los integrantes de la Asociación Tercans, el colectivo que ha conseguido traer este tipo de actividades a Moaña en los últimos doce años.

Para la prueba de mañana, los canes locales como Astra, Zar, Dona, Darko, Iris, Dorna y Ás competirán con otros de Alicante y, probablemente de Portugal, por conseguir puntos y escalar puestos en la clasificación estatal a la espera del sueño de llegar a Europa. Hoy mismo deberán enfrentarse a una prueba en un circuito especialmente preparado para ellos en Luintra, Ourense.

La mayoría de estos perros son de las razas border collie, pastor belga mallinois, tervueren y groenendael. Sin embargo, Lolo Santomé, de Tercans, recuerda que "cualquier raza vale". Eso sí, el animal debe comenzar a ser adiestrado desde los seis meses de vida, enseñándole a saltar barras, cruzar tubos y, sobre todo, a obedecer.

Pero los entrenamientos no lo son todo. "Para poder participar, debe tener año y medio y pasar un test de carácter", recuerda Santomé. Es decir, tiene que demostrar que no es agresivo. Su amo -en las pruebas- tampoco puede pegarle; ni tan siquiera tocarle o superar los obstáculos, lo que restaría puntos o incluso supondría la eliminación. En esta actividad, el respeto por el perro está por encima de todas las cosas.