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Que no falte el vermú

Vecinos de la Rúa das Baladas, en Barro, alegran el confinamiento con recetas de distintos países, sorteos, disfraces y música

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La calle de Barro que nunca deja de sonreír

"Somos un vecindario muy joven, con padres en la treintena y cuarentena", explica Johnny Güimil, profesor y músico que en las últimas semanas ha ejercido de animador de los vermús en la Rúa das Baladas, la calle más alegre del municipio de Barro desde el arranque de la cuarentena gracias a los residentes en varios edificios, que día a día se alientan con música, platos sabrosos, sorteos y un montón de ánimos a los pequeños confinados.

"Hay muchos niños", indica en este punto Güimil, que este fin de semana celebró su cumpleaños "y me quedé corto con una veintena de huevos de Pascua, hubiesen hecho falta muchos más" en la que fue una de las nuevas fiestas en la que se implicó el vecindario.

Estas citas arrancaron "a mediados de marzo, el primer domingo antes del estado de alarma", con una verbena diaria a las 8 de la tarde y un vermú los domingos a partir de la una. "Ponemos música y lo emitimos en vivo por Facebook", explica el profesor de música, "y todos los días celebramos una fiesta temática".

También colaboran empresas y los comercios que en estos momentos permanecen cerrados, de modo que los vecinos pueden celebrar sorteos con los que alegrar la jornada. "Nos donan por ejemplo vales de compra o cortes de pelo para cuando acabe el confinamiento", señalan los participantes en esta actividad, a los que las tiendas también han hecho entrega de botellas de albariño que ayudarán a algunas familias y parejas a sobrellevar los días de encierro.

La idea de reunir a los vecinos a horas concretas de la semana partió de Johnny Güimil. "Como a todo el mundo me gusta salir el domingo a tomar un vermú, y cuando vi que no podía se me ocurrió bajar para la terraza el equipo; desde ese día no paré".

Ha organizado fiestas temáticas en las que hubo "desde bandas sonoras de películas a dedicatorias, también noches de rumba, de samba o italiana", explica el músico.

Éste es uno de los vecinos que celebra que "cada uno, contribuye con lo que puede y considera, por ejemplo en la fiesta dedicada a Italia preparación raciones temáticas o en la rock unos vecinos se disfrazaron como el grupo ZZ Top".

En estos largos días tampoco faltaron "fiestas de pijamas o de disfraces", señala el animador, que reconocer que por momentos "cuesta inventar" en un vecindario en el que tienen un gran peso los más pequeños, varios de los cuales han celebrado estos días en las terrazas y ventanas sus cumpleaños y que aplaudieron a rabiar a Johnny Güimil en el suyo.

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