La pandemia golpea Ourense con muertes diarias, pero también con un mayor número de contagios en esta segunda ola que durante la primera. Ayer, las autoridades sanitarias informaban del fallecimiento de cuatro residentes de geriátricos ourensanos. En concreto, son tres mujeres, dos de ellas de Os Gozos, y otra de Val de Monterrei. Además en el CHUO moría otro hombre residente de Os Gozos. Estos cuatro fallecimientos aumentan a 197 los decesos desde los inicios de la pandemia.
La reanudación de las actividades tanto en el sector industrial, educativo y la vida social, aunque limitada, provoca una mayor propagación del virus que durante toda la primera ola. La curva del coronavirus se empezó a incrementar en la primera mitad de agosto en la provincia cuando todavía el verano daba una tregua. Sin embargo, en estos últimos dos meses y medio el ritmo de contagios detectados y de fallecimientos está siendo frenético. El virus se ceba con Ourense en la curva de mortalidad, pero también en la propagación del virus que lleva más casos activos en la segunda ola que en la primera. Si durante el confinamiento total se detectaban más de 2.000, ahora son más de 3.000. En concreto, la provincia de Ourense registra 3.316 positivos detectados, lo que supone un incremento del 23% más de detección sobre el acumulado. Estas estadísticas se explican con la capacidad asistencial de las autoridades sanitarias ya que durante estos últimos meses la media de pruebas PCR diarias suman más de 1.000 diarias, mientras que durante la primera ola, ese número solo se contabiliza en cribados masivos de geriátricos ourensanos.
Más ingresos
El área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco vivió un fin de semana en el que se incrementaron las hospitalizaciones en todos los hospitales, excepto en el de Verín que registra un caso menos.
En el comarcal de O Barco pasaron de 3 a 4 pacientes en planta y en la UCI del CHUO, de 11 a 13 personas que tienen un estado crítico. Moderado incremento que aumenta de forma abultada al ver las entradas de las hospitalizaciones en las diferentes planta de coronavirus que están habilitadas en el hospital ourensano. En concreto, 15 personas vieron como el virus empeoraba su estado de salud y fueron trasladados a las instalaciones sanitarias, para hacer un control más exhaustivo y un control más directo con el fin de mejorar su salud.
Niveles de alerta
La provincia suma nuevos casos detectados, pero continúan bajando los casos activos por segundo día consecutivo. Un hecho que no sucedía desde finales de agosto y que dejan con 1.516 los positivos activos en la provincia. En la ciudad el confinamiento perimetral y las medidas restrictivas experimentan una curva a la baja en los casos activos y detectados que se sitúan en torno a los 447. Hoy se reunirá el subcomité clínico del gobierno de la Xunta de Galicia y, con toda probabilidad, mantendrá las restricciones en todos los puntos rojos, hasta la reunión que tenga el próximo viernes.
El mapa de incidencia de la Xunta de Galicia indica a cuatro concellos en rojo que son Ourense, Barbadás, Verín y O Carballiño que mantienen su nivel de alerta. Sin embargo, aumentan la incidencia a siete días Boborás que asciende a nivel 2 de alerta. En este mismo escalón se encuentra O Barco que ve como los contagios descienden en la última semana y pasa a nivel naranja, es decir nivel 2. El mismo color que Pereiro de Aguiar que centra todos sus contagios en la Residencia de Os Gozos que contabiliza 160 residentes positivos.
A este respecto, la incidencia de grandes villas también afecta a concellos limítrofes como Oímbra y Vilardevós que ascienden a nivel 1 o Vilamartín de Valdeorras que adquiere ese grado de alerta. Además, Celanova pierde el nivel 1 y se sitúa en nivel 0.
Los dos concellos más alejados de una gran villa, Lobeira y Entrimo, tienen nivel 1. El coronavirus no discrimina y ataca a todos por igual.
