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La pandemia que logró poner muros al camino

El Camiño da Geira e dos Arrieiros ha visto como el coronavirus cortaba un año en el que querían triplicar el número de peregrinos

Dos peregrinos del Camiño da Geira e dos Arrieiros asisten a la celebración de A Grela.

Según ha informado la Consellería de Cultura e Turismo en un comunicado, este órgano, en el que participa la Xunta, la Iglesia y el Concello de Santiago ha acordado compaginar la reapertura de los albergues de la red pública, de la Catedral y del Centro Internacional de Acogida al Peregrino a partir del próximo 1 de julio, estableciendo así una fecha efectiva de reinicio de la peregrinación Xacobea. Esa fecha es la marcada ahora en rojo para el Camiño da Geira e dos Arrieiros. El trazado que se inicia en Braga y finaliza en Santiago, pasando por Forcarei y A Estrada, iniciaba el año con la intención de triplicar sus cifras de peregrinos del 2019. Sin embargo, llegados ya al mes de junio, casi no ha pasado ninguno la zona.

Según los datos que baraja la asociación Codeseda Viva, el año pasado realizaron este camino unos 850 peregrinos. Este año se contaba sin embargo con alcanzar la barrera de los 3.000, una vez figuran ya entre las rutas Xacobeas y han realizado el necesario trabajo para darse a conocer y tener el trazado en buenas condiciones. La crisis del coronavirus ha roto estas previsiones y el futuro aparece todavía lleno de dudas.

"Es imposible hacer una previsión de cuánta gente va a venir este año. Luchamos contra el miedo de la gente. Algunos van a hacer el camino igual pero otros no lo harán o lo dejarán para otro año", explica Carlos da Barreira, de Codeseda Viva. En estos momentos el camino sigue cerrado, especialmente en la frontera con Portugal, todavía sin abrir. "En Portugal, donde las restricciones fueron menores, hubo gente que hizo el camino, pero solo hasta la frontera. Al llegar allí daban vuelta. Esperamos que el día 1 se reactive todo pero el problema es que no sabemos qué condiciones vamos a tener". Da Barreira explica que existen alojamientos del camino que pueden decidir no abrir, mientras que los que abran tendrán condicionantes en cuanto a capacidad y medidas de separación entre peregrinos. Además, los grupos de peregrinos podrían tener un tope máximo de treinta personas, algo que afectaría directamente a las excursiones que realizan el camino por etapas.

Carlos da Barreira explica que reciben muchas llamadas para pedir información sobre el Camiño da Geira e dos Arrieiros, lo que demuestra que hay interés por parte de muchos peregrinos. Sin embargo perderán una parte importante, la de aquellos llegados desde fuera de España, especialmente los italianos. En la actual situación desde la asociación ven muy complicado que vengan peregrinos extranjeros.

A pesar de estos problemas derivados de la crisis del coronavirus y de asumir que no podrán llegar las cifras marcadas inicialmente para este año, desde la asociación continúan con los preparativos para que la ruta esté en las mejores condiciones posibles.

En este sentido, en los próximos días tienen previsto reunirse con el alcalde de A Estrada, José López, para analizar mejoras del camino en la zona y avanzar en la señalización. Era un encuentro previsto para marzo y que tuvo que aplazarse en su día.

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